Los materiales que convierten un coche de Fórmula 1 en la máquina más rápida y segura
A 280 km/h, el piloto de un Fórmula 1 soporta aceleraciones que superan varias veces la fuerza de la gravedad en algunos momentos, equivalente a la aceleración que vive un astronauta cuando despega un cohete. A esa velocidad, un accidente es para no contarlo. Sin embargo, los accidentes en Formula 1 ocurren y los pilotos se salvan, como Robert Kubica en el GP de Canadá del año 2007.
Después de salirse de la pista, a 280 km/h, el monoplaza de Kubica quedó totalmente destrozado, excepto el cockpit, la cabina en la que viaja el piloto. Salió por su propio pie de un vehículo convertido en chatarra y agradeció al papa Juan Pablo II su salvación: “Ha sido Juan Pablo, él me ha salvado”.… Seguir leyendo »