José María Carrascal (Continuación)

Pasado el ecuador de su mandato, Mariano Rajoy sigue siendo una figura controvertida. Los frívolos continúan presentándole en la hamaca, fumándose un puro en espera de que las cosas se arreglen por sí solas. Los espabilados empiezan a mirarle con respeto y secreta admiración. No es un hombre jovial ni cordial, ni juega al dominó con los parroquianos del restaurante donde ha comido, como hacía Fraga en sus correrías por Galicia. Sobrio e incluso sombrío, no despierta entusiasmos ni parece buscarlos, dentro de una reserva que exaspera a sus rivales cuando comprueban que sus ataques se estrellan en esos trajes oscuros que viste como si fueran una armadura.…  Seguir leyendo »

Que el nacionalismo y la democracia comparten vida y principios, alegrías y tristezas, éxitos y fracasos no puede negarlo nadie que tenga un mediano conocimiento de la historia. Tanto es así que la nación y la democracia modernas nacen juntas con la Revolución Francesa, la Declaración de los Derechos del Hombre y el traslado de la soberanía de la Corona y la Nobleza a la voluntad popular, es decir, con el paso del Viejo Régimen al Nuevo. Aquel soldado francés que Goethe vio morir en las inmediaciones de Valmy envuelto en la bandera tricolor gritando «¡Vive la Nation!» abre una nueva era con las naciones como protagonistas, la soberanía popular como poder supremo y la democracia como norma.…  Seguir leyendo »

Todo el mundo tiene derecho a defenderse, ¡faltaría más! Como tiene derecho a mentir en su defensa, sobre todo los políticos, que según Camba mienten como el buey muge, el toro embiste y la gallina cacarea. A lo que no tiene derecho, sobre todo si se ha sido presidente de Gobierno, es a hacer el ridículo. Que es lo que ha hecho José Luis Rodríguez Zapatero con sus memorias, que apostrofa de «600 días de vértigo», al reducirlas a los dos últimos años de su mandato. ¿Y los seis previos, los 2.190 días previos, de qué fueron?, cabría preguntar ¿De siesta, de juerga, de irresponsabilidad?…  Seguir leyendo »

Debaten los historiadores cuándo empezó la era Kennedy –juvenil y romántica, del rock y del pop-art, de la liberación femenina y de la revolución cultural, de los hippies y de las drogas–, si en el debate televisado entre el veterano vicepresidente y el joven senador o en el discurso de investidura de éste, anunciando a su país la «nueva frontera» a alcanzar, casi como en las películas del Oeste. Tengo para mí, sin embargo, que la verdadera era Kennedy empezó el día que le asesinaron, del que mañana se cumplen los 50 años.

Su presidencia, hasta entonces, había tenido más sombras que luces.…  Seguir leyendo »

Sí, me refiero a Mariano Rajoy, ese señor barbado, al que los humoristas pintan tendido en la hamaca, fumándose un puro, mientras el país se hunde alrededor y Rubalcaba pasa raudo a su lado con botas de siete leguas. Como resulte que, al final, quien tiene razón es Rajoy, estaríamos ante la versión moderna de la fábula de la tortuga y la liebre, junto al planchazo monumental de cuantos le han venido criticando, responsabilizando, acusando y ridiculizando, no sólo desde la oposición, de quien se espera ese rudo comportamiento, sino también desde su propio partido, de quien podrían esperarse maneras más civilizadas.…  Seguir leyendo »

«El problema de Cataluña es su falta de auténticos líderes. Alguien que, en los momentos decisivos, dé un puñetazo en la mesa y haga lo que hay que hacer. Ese tipo de hombres no se da en Cataluña. En Cataluña, llegado ese momento, lo que el líder de turno dice es «parlem». Algo que sirve para cruzar la calle, pero no para cruzar Rubicones. Y esa, ninguna otra, es la causa de que Cataluña no sea una nación-Estado, ni creo lo sea nunca, pues tal carencia la lleva el pueblo catalán dentro, junto a muchas cualidades, artísticas sobre todo, pero que no suplen la del liderato».…  Seguir leyendo »

La noticia más importante de los últimos tiempos no apareció en los titulares. Ni en los editoriales. Ni en las tertulias. La dio el nuevo Rey holandés en un acto protocolario, la apertura oficial del año parlamentario, al anunciar en su discurso «la sustitución del clásico Estado del bienestar por una sociedad participativa». O sea, el fin del primero, considerado poco menos que sagrado, por algo aún sin definir. Un seísmo económico y social. Y no lo decía el Rey Guillermo. Lo decía el Gobierno que le había escrito el discurso, formado, no por conservadores a lo Thatcher o Merkel, sino por liberales y socialdemócratas.…  Seguir leyendo »

¿Es el nacionalismo bueno o malo? Para contestar a esa pregunta, tendríamos que saber qué es el nacionalismo y de qué nacionalismo hablamos, pues hay varios y muy distintos. Por una parte está el nacionalismo tradicional, el amor a la tierra en que nacimos, la empatía con sus gentes, costumbres, lengua, cocina, paisajes. Lo que antes llamábamos patriotismo. Algo no sólo legítimo, sino loable. Pero hay otro nacionalismo muy distinto: el de los pueblos oprimidos, ocupados y explotados por extranjeros –los casos de Irlanda y Polonia han sido los más flagrantes– o por sus propias clases dirigentes en el viejo régimen: monarquías absolutas, aristocracia, terratenientes, plutócratas.…  Seguir leyendo »

Se oyen cosas sobre Gibraltar que asustan. Y se dicen con la rotundidad con que se habla en el bar de las energías renovables o de la ida a Marte. O sea, sin tener idea del asunto. En estos casos, no tiene importancia. Pero al tratarse de un tema trascendental para nosotros, quiero precisar algunos puntos:

—«Gibraltar no es una colonia», dicen algunos. Pero lo es. La inscribió como tal el propio Reino Unido al exigir la ONU una lista de las colonias existentes con el fin de descolonizarlas. Gibraltar fue objeto de debate desde 1963 a 1967 en el Comité de los 24, en la Cuarta Comisión y la Asamblea General, debate que acabó con la resolución 2353 (XXII) del 19 de diciembre de 1967, donde se establece que Gibraltar debe descolonizarse por negociaciones entre los gobiernos británico y español, teniendo en cuenta que «toda situación colonial que destruya total o parcialmente la unidad o la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas».…  Seguir leyendo »

Gibraltar es sólo un brote, una muestra de un mal mucho más profundo y extendido. La «vergüenza» de España no es que tenga una colonia en su territorio cuando apenas quedan ya colonias en el mundo, y no digamos en Europa. La verdadera vergüenza es que los españoles no nos pongamos de acuerdo sobre ése y otros asuntos de idéntica importancia. Un rasgo que arroja dudas sobre nuestra capacidad para crear una nación y un Estado modernos, cuya característica principal es el «proyecto sugestivo de vida en común» del que hablaba Ortega. Proyecto común hacia dentro y hacia fuera. Aquí, hoy, ese proyecto no se ve por ninguna parte, con cada partido, cada comunidad y, si me apuran, cada individuo con su propio proyecto descolgado del de los demás.…  Seguir leyendo »

Tenemos una crisis económica y una crisis política. La primera la ve todo el mundo, al padecerla. La segunda, al fondo, se siente, aunque muchos no quieren reconocerla porque sería tanto como admitir el fracaso de lo que ha venido siendo el icono de la vida española durante las últimas décadas: la Transición. Lo malo es que la crisis económica —la más urgente— no puede solucionarse sin resolver la política, al formar parte de ésta, como vamos comprobando conforme nos adentramos en ella.

¿Qué hicimos mal en aquel tránsito del franquismo a la democracia? ¿Cuándo empezó a jorobarse la España actual?,…  Seguir leyendo »

Hace hoy 300 años se firmó en Utrecht el tratado que, tras el de Westfalia (1648), confirmaba la decadencia española. Una fecha triste por tanto, aunque puede no lo pareciese a los españoles de aquel entonces, que sufrían una década de guerra civil por la sucesión al trono, entre los partidarios del Archiduque Carlos de Austria y los de Felipe de Borbón, lo que convirtió la guerra en continental. Exhaustos todos, se impuso el francés, pero tuvo que pagar por ello, a costa de España y a favor de la auténtica ganadora, Inglaterra, que iniciaba su expansión imperial. Dejando aparte que Gibraltar fue tomado por una escuadra angloholandesa en nombre del pretendiente austriaco al trono español, o sea, arteramente, el Tratado de Utrecht, establecía que la Corona española cedía a la inglesa: —«La plaza de Gibraltar, con su puerto, defensas y fortalezas, sin jurisdicción alguna territorial» —«Sin comunicación alguna con el país circunvecino por parte de tierra».…  Seguir leyendo »

Mentiría si dijese que lo de las trece fincas atribuidas erróneamente a la Infanta Cristina me ha extrañado. Siempre que sea un error y no un montaje, lo que cambiaría completamente la cosa y nos llevaría a un escenario de auténtica crisis de Estado. Pero errores de este tipo los vengo imaginando desde hace tiempo y lo único que me extraña es que no haya habido más, pues temo que el desenfreno de la informática termine ahorcándonos, ya por desbocarse, ya por caer en manos de desalmados o ventajistas. Incluso algún lector de buena memoria puede que recuerde otra Tercera donde llamaba a la nuestra «era de la incertidumbre», al estar presidida por el principio de la incertidumbre de Heisenberg, según el cual es imposible determinar dónde se halla una partícula subatómica, como ocurre con un cuerpo sólido con sólo aplicar las leyes de la gravedad y la mecánica.…  Seguir leyendo »

El último que lo ha dicho ha sido el ministro del Interior. «ETA ha sido derrotada». Para añadir: «Pero no habrá impunidad para nadie». Excusatio non petita, accusatio manifesta. Si ETA está derrotada, ¿a qué viene lo de la impunidad, que suena a soga en casa del ahorcado? ¿Es eso lo que está en marcha?

Me duele tener que discrepar de un ministro encargado de la seguridad en un país tan encrespado como el nuestro, pero oírle que la banda terrorista ha sido derrotada me recuerda el plan de un genio en Washington cuando el Vietkong estaba a las puertas de Saigón: declarar al ejército USA ganador de aquella guerra y volver a casa como vencedores.…  Seguir leyendo »

Hubo un tiempo en el que Rusia era «el enfermo de Europa». Hoy, Europa empieza a ser «el enfermo del mundo». ¿Cómo es posible, si aún ayer era el modelo de democracia, bienestar y estabilidad social? Nadie se lo explica, pero ahí están las cifras implacables: mientras el resto del mundo crece, avanza, progresa, Europa se ralentiza. Asia continúa su marcha arrolladora, con una China que «sólo» creció un 7 por ciento el año pasado y un Japón que ha conseguido salir de su letargo, y crece un 2,6. También Iberoamérica lo hace, con sus vaivenes habituales, y Estados Unidos. ¿Saben ustedes cuál empieza a ser su preocupación?…  Seguir leyendo »

En las páginas de Opinión del New York Times se enfrentaban hace poco los espadachines de las dos escuelas económicas que vienen batiéndose desde hace décadas. A un lado, Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff. Al otro, el eterno Paul Krugman. La pareja Reinhart-Kenneth se hizo famosa en 2010 por el estudio que hizo sobre el impacto del déficit en la economía de los países, del que se deducía que cuando su deuda supera el 90 por ciento del PIB frena el crecimiento. Mientras que Krugman nos repetía por enésima vez la tesis por la que le dieron el Nobel de Economía: que a la crisis no se la combate con recortes, sino con estímulos gubernamentales que fomenten la actividad económica.…  Seguir leyendo »

La última frontera, de momento –ya que el saber humano no tiene límites–, es el cerebro. Era hora, pues siendo nuestro órgano más importante –algunos dicen «nuestro mayor músculo»–, es del que menos sabemos, al ser el menos explorado. La razón es bien sencilla: mientras accede al hígado, al intestino, a los riñones puede hacerse casi directamente, acceder al cerebro conlleva tantas dificultades como riesgos. Para empezar, está recubierto por un caparazón óseo muy fuerte. Luego, se trata de una complejísima red de nervios esparcidos por una masa blanda. Por último, nos movemos por él un poco como Colón por las Indias: sin saber qué tierra pisamos.…  Seguir leyendo »

Se equivocó al posponer sus recortes tras las elecciones andaluzas, perdiendo así la dinámica de su victoria; se equivocó al pensar que los socialistas, conscientes de lo que habían dejado, si no apoyarle, al menos no le pondrían palos en las ruedas; se equivocó al creer que su sola presencia al frente del Gobierno español convencería a Bruselas y a los mercados de que debían ayudarnos; se equivocó al no nombrar a González Pons portavoz de su Ejecutivo, que tiene un serio problema de comunicación; se equivocó al creer a Bárcenas cuando le dijo «nadie podrá probar que no soy inocente» (en una democracia, incluso precaria, termina sabiéndose todo); se equivocó, en fin, en montones de cosas secundarias.…  Seguir leyendo »

"Acción o efecto de corromper" define el Diccionario de la Real Academia la corrupción. O sea, algo que degrada cosas y personas. Un moralista invocaría los efectos del pecado original, que nos expulsó del paraíso. Un científico, la entropía o pérdida energética que se sufre en cada cambio de estado. ¿Estamos hablando, entonces, de algo inherente a la naturaleza, finita y perecedera, de la que formamos parte?

Pero descendamos al terreno práctico para no perdernos en la teoría. Corrupción es obtener ventajas sobre los demás de forma ilícita. Siendo la igualdad de oportunidades uno de los pilares del Estado de Derecho, estamos ante un delito de lesa democracia, una auténtica estafa social, aparte de un fraude moral.…  Seguir leyendo »

De cuantas declaraciones ha hecho hasta la fecha el nuevo Papa, me quedaría con la que hizo a los 114 cardenales que le habían elegido: «Si no confesamos a Jesús, nos convertiremos en una ONG piadosa». Frase que esconde una doble advertencia a una Iglesia donde pugnan dos corrientes: no se trata de ser conservadores o aperturistas. Nuestra única guía debe ser el mensaje de Jesús. Si nos olvidamos de sus palabras o de sus obras, no pasaremos de ser una organización laica más de ayuda a los necesitados. La Iglesia tiene que ser eso, y algo más. Tiene que ser una referencia ética para la sociedad, tanto desde el púlpito como desde la vida privada.…  Seguir leyendo »