Mariano Rajoy
Pasado el ecuador de su mandato, Mariano Rajoy sigue siendo una figura controvertida. Los frívolos continúan presentándole en la hamaca, fumándose un puro en espera de que las cosas se arreglen por sí solas. Los espabilados empiezan a mirarle con respeto y secreta admiración. No es un hombre jovial ni cordial, ni juega al dominó con los parroquianos del restaurante donde ha comido, como hacía Fraga en sus correrías por Galicia. Sobrio e incluso sombrío, no despierta entusiasmos ni parece buscarlos, dentro de una reserva que exaspera a sus rivales cuando comprueban que sus ataques se estrellan en esos trajes oscuros que viste como si fueran una armadura.… Seguir leyendo »