José María Carrascal (Continuación)

Si la vida es injusta, la política es pérfida. No para Ángela Merkel, que se merece la victoria que acaba de obtener en Alemania por su labor sólida, seria y, sin embargo, afectuosa, al frente de la Cancillería. Pero los socialdemócratas no se merecían el batacazo que se han pegado -¡una bajada de once puntos!-, ya que han sido unos socios de coalición honestos, leales y, sobre todo, patriotas, dejando a un lado los intereses partidistas, para sacar al país del foso al que le había llevado la crisis económica. Ello les ha valido, por una parte, que su ala más radical, capitaneada por Lafontaine, se uniese a los ex comunistas del Este para formar una Izquierda agresiva y vociferante que asustó al electorado, y por la otra, que los laureles se los llevase la cancillera como cabeza de coalición.…  Seguir leyendo »

Ante la pregunta fundamental de la Filosofía, «¿Qué es?», el gran hallazgo de Heidegger fue unir el Ser único, inmutable, infinito, universal de Parménides con el ser fluente, múltiple, temporal, de Heráclito, aquél que decía que no nos bañamos dos veces en el mismo río. Platón ya lo había hecho, pero colocando las ideas puras en lo alto de la caverna, y las sombras inciertas de la realidad en la sima. Ortega también los había unido en su fórmula vital «yo soy yo, y mi circunstancia», pero sin profundizar en ella, dejándolo en cabriola literaria en vez de sistema filosófico, que sólo esbozaría en «El tema de nuestro tiempo», como tantos otros hallazgos suyos.…  Seguir leyendo »

Quienes han tenido poca democracia en su historia, como nosotros, suelen reducirla a un modelo único, cuando hay muy diversos tipos de ella, incluidos algunos que ni siquiera son democracias. A las autodenominadas «democracias populares» me remito, pertenecientes al extinguido bloque soviético, dictaduras del más viejo cuño, o a la «democracia orgánica» que tuvimos en España, regida por las «familias» del régimen, bajo la férrea batuta de Franco, cuya aversión a la «democracia inorgánica», como llamaba a las tradicionales, advertía ya de lo alejado que estaba de ellas.

Pero estas últimas, es decir, las que cumplen su condición fundamental de haber surgido de unas elecciones libres y estar regidas por un gobierno más o menos representativo, se dividen en dos grandes grupos, según donde resida el núcleo de poder: las parlamentarias y las presidencialistas, razón de que la norteamericana haya sido llamada «dictadura por cuatro años», tiempo que dura el mandato presidencial, definición no muy exacta, pues el poder del presidente norteamericano se ve controlado de cerca por el Congreso y la Justicia, aunque no vamos a meternos ahora en ello, para no perdernos.…  Seguir leyendo »

Hace ya tiempo que viene especulándose sobre cuál será la «gran potencia de siglo XXI». Apuntándose a China e India como principales candidatos. Ambas poseen méritos suficientes para ello: una masa terrestre capaz de absorber un ataque nuclear sin desaparecer del mapa, un volumen de población muy superior al de las demás naciones, una fecunda cultura propia y un pueblo inteligente, laborioso, con ganas de salir de la miseria en que ha vivido durante siglos. Los ingredientes de superpotencia están ahí, aparte de ser demasiado grandes para ser vencidas, por no hablar ya de conquistadas.

Pese a que ambas tomaron caminos diametralmente opuestos al sacudirse la dominación extranjera y se hayan mantenido fieles al mismo.…  Seguir leyendo »

Me resulta prematura la unanimidad desplegada en torno al 50 aniversario del nacimiento de ETA. Analistas, comentaristas, ex líderes etarras vienen a decirnos que la banda, pese a mantener la capacidad de matar, tiene contados sus días. Se fundan en la facilidad con que se le desarticulan comandos, se abortan atentados y se detiene a sus cúpulas. «Si sigue activa es porque hay descerebrados que aún no se han dado cuenta de que han perdido la guerra, y porque su entorno no tiene huevos para separarse de ella» nos dice Julen Madariaga, uno de sus fundadores. Mientras el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, pronostica: «Veremos el final del terrorismo».…  Seguir leyendo »

Tiene España fama de país ingobernable. O más exactamente, los españoles. Es una fama que nosotros mismos hemos alimentado, por ese prurito nuestro de presentarnos como arrogantes y montaraces. Pero ya dice el refrán «dime de lo que presumes, y te diré de lo que careces», pues pocas famas hay más inmerecidas que ésta. Una ojeada a nuestra historia próxima y lejana arroja que somos uno de los pueblos más fáciles de gobernar, y la mejor prueba es la retahila de necios, inútiles, ignorantes, fantasmones y engreídos que nos han gobernado, muchos de ellos con el aplauso popular, al menos mientras ocupaban el poder.…  Seguir leyendo »

Aunque los Estados Unidos nacieron como una prolongación de Europa -los «peregrinos» del Mayflower buscaban un terreno más propicio para su «sueño europeo» y los padres de la Constitución eran todos ilustrados que plasmaron en ella los ideales de la Revolución Francesa debidamente embridados-, la realidad es que Estados Unidos y Europa han seguido caminos muy distintos, notándose entre ellos una tensión, creciente, conforme aquéllos subían y ésta bajaba. Manteniendo, eso sí, la raíz común que les da la cultura greco-latina, las categorías occidentales y la religión cristiana, adaptadas en Estados Unidos a la diversidad de las gentes que han ido formándolos, mientras a Europa, mucho más hecha, le cuesta absorber a los que llegan e incluso no ha podido evitar las continuas peleas internas.…  Seguir leyendo »

Allá por los años sesenta del pasado siglo, el funcionario español de más alto rango en Naciones Unidas era Antonio Pradas, catedrático de Filosofía, adscrito a la Cuarta Comisión, encargada de los territorios por descolonizar. Solíamos tomar café en el bar de delegados, al compartir gustos e intereses, la Filosofía entre ellos, tan ajenos a los temas que se discutían en la sala adjunta de la Asamblea General. Los años y los jefes -casi todos ex ministros de Asuntos Exteriores despachados a la ONU por sus presidentes para que no les hicieran sombra- habían hecho de Pradas un estoico con vetas de cinismo, que él destilaba en rasgos de humor.…  Seguir leyendo »

Quienes unieron memoria e historia no sabían lo que hacían o buscaban que no lo supiéramos. Se trata de dos materias completamente distintas, que sólo por casualidad coinciden, aunque la mayoría de las veces difieren e incluso se contradicen. La memoria es individual, particular, incontrastada, con tal porcentaje de subjetivismo que la inhabilita como ciencia y la acerca a la ficción. No somos parciales al juzgar los hechos que hemos vivido, y cuando alguien escribe sus memorias, no nos cuenta lo que ocurrió. Nos cuenta como él o ella lo vivió, que no es lo mismo. Cuando no trata de manipularlo para justificar una acción indigna por su parte o de resaltar inmerecidamente sus méritos.…  Seguir leyendo »

Para salvar el Escila y el Caribdia entre la España una y la España plural, los padres de la Constitución del 78 echaron mano del término «nacionalidad», sin aclararnos sus dimensiones. Lo que nos ha llevado a una situación cada vez más difícil y, a la larga, insostenible. Pues nación y nacionalidad comparten etimología, pero no contenido. Es decir, se trató de un equívoco. Y de equívocos, como de buenas intenciones, está empedrado el camino del infierno.

«Nacionalidad es la condición peculiar de los individuos de una nación» (Diccionario de la RAE), o sea, el rasgo nacional característico, pero no la nación misma.…  Seguir leyendo »

Recuerdo como si fuera hoy la primera entrevista que hice a Juan Linz, pese a haber pasado treinta años, tal fue la impresión de sabiduría y mesura que me produjo. Enseñaba entonces en la Universidad de Columbia, aunque no perdía de vista lo que ocurría en España, y me contaba los resultados del que había sido uno de sus primeros trabajos sobre el terreno, única manera de que la Sociología merezca el calificativo de ciencia, todo lo demás son elucubraciones. «Cuando llegaba a un pueblo con plazas preciosas, fuentes adornadas, aceras impecables, y me ponía a indagar los medios de vida de sus vecinos -me decía-, me daba cuenta de que vivían con la soga al cuello.…  Seguir leyendo »

Uno de los mayores misterios de la política española ha sido la popularidad que Zapatero ha conservado a lo largo de estos años pese a lo desastroso de su gestión. Si nos ponemos a examinar su primer mandato y lo que lleva del segundo, nos damos cuenta de que nada de lo que pretendía lo ha conseguido, y lo que ha conseguido fue al elevado precio de dividir a los españoles. Ni la negociación con ETA trajo la paz al País Vasco, ni los nuevos estatutos han articulado mejor España, ni las reformas educativas han mejorado la enseñanza, ni la Ley de la Memoria Histórica ha enterrado definitivamente a los muertos de la guerra civil, ni los matrimonios homosexuales, por no hablar de la nueva normativa para el aborto, encuentran el respaldo de la mayoría de la población.…  Seguir leyendo »

No quería admitir una crisis y ha tenido que admitir dos: la económica y la de gobierno. A las que podía añadir una tercera: la personal, pues es él quien está al fondo y al frente de ambas.

Las crisis de gobierno se hacen siempre por ir algo mal en ellos. Se trata de una especie de sacrificios humanos para evitar que quien tenga que sacrificarse sea el jefe. Para percatarse de hasta qué punto el gabinete de Zapatero está desgastado basta mirar la cara de sus miembros, especialmente la del supuesto encargado de la acción en estos momentos: el de economía.…  Seguir leyendo »

Lo importante no es que cambie el gobierno en el País Vasco, con serlo mucho. Lo importante es que cambie aquella política. De poco serviría que Patxi López ocupara la «lehendakaritza», si siguiese haciendo la misma política que la del anterior lendakari. Es lo que pretende el PNV al proponer al PSOE la alianza. Pienso incluso que sería peor, pues habría comprometido a un partido constitucional a hacer política antinaconstitucional. Para eso, seguir como estamos, que es ya bastante malo.

Se trata de dar un giro a la política seguida en el País Vasco durante los últimos 30 años, consistente en ir achicando el papel del Estado español en aquella comunidad y aumentando el del gobierno autonómico, hasta convertirlo en gobierno soberano, con capacidad de dialogar de tú a tú con el central, que es la esencia del Plan Ibarretxe, asumido por todo aquel nacionalismo y por todos los demás nacionalismos del Estado.…  Seguir leyendo »

Lo tenían todo preparado -puestos, perros, escopetas, ojeadores- para cobrarse a Rajoy, y a quien se han cobrado es a Zapatero. Los cazadores cazados. Pero más importante que los hombres y los nombres, son las naciones y las nacionalidades. El nacionalismo de vía estrecha ha sido derrotado, lo que significa una victoria de España. En la noche del domingo se pronunció más su nombre que en toda la campaña. ¿Suena la hora de España? Dependerá de cómo sabe administrar el PP su victoria, y el PSOE, su derrota.

En cualquier caso, los cambios son amplios, profundos, espectaculares incluso, y si el adjetivo histórico no estuviera tan gastado, lo usaríamos: ETA ya no estará en el parlamento de Vitoria.…  Seguir leyendo »

La frase que más me ha impresionado en lo que llevamos de democracia, y miren ustedes que se han dicho cosas, fue la pronunciada, hace ya años, por el hispanista norteamericano Stanley G. Paine: «Posiblemente, España estaría mejor sin Cataluña y el País Vasco. Pero es imposible.» Tras el recobrarme del susto, vengo rumiándola desde entonces y acercándome cada vez más a la conclusión de que no se trata de una «boutade», inimaginable en un historiador tan serio como Payne, sino de una reflexión en voz alta, basada en hechos objetivos, que sólo podía hacer alguien de fuera, pero que nos conozca tanto como nos aprecie, condiciones que se dan sobradamente en el profesor de la Universidad de Wisconsin Madison.…  Seguir leyendo »

Mi primer artículo apareció el 16 de diciembre de 1958, precisamente en ABC. Era un reportaje sobre el Berlín de las cuatro potencias ocupantes, encabezado por la foto de un Bundestag que mostraba, como toda la ciudad, las heridas de la guerra. En este medio siglo, el mundo ha dado muchas vueltas y han ocurrido muchas cosas, buenas y malas, pero sobre todo, sorprendentes. Sin salirnos de Berlín, tres años después, tuve que informar sobre el alzamiento del Muro, y creí que iba a morirme sin verlo derribado. Sin embargo, en 1989, se vino abajo, no por la fuerza de los tanques, sino de las ideologías.…  Seguir leyendo »

En vez de despacharla con cuatro lugares comunes, la crisis del Cáucaso exige un análisis extenso y pnofundo, primero, porque aquella es una encrucijada de etnias, religiones y recursos que la convierten en un polvorín aún mayor que el de los Balcanes. Segundo, porque está en juego el equilibrio, o desequilibrio, que va a regir el mundo en el siglo XXI.

Si nos contentamos con despachar esa crisis con frases hechas, «el oso ruso», «Putin, el nuevo Stalin», «vuelve la guerra fría», no vamos a resolver nada y, en efecto, vamos a volver a esa guerra o a otra peor. Mejor examinar la situación a la altura del año en que estamos.…  Seguir leyendo »

Sólo desde una ignorancia enciclopédica y una demagogia mitinera puede decirse que «España va a liderar la lucha contra el hambre en el mundo», como ha dicho nuestro presidente. Cuando los españoles podremos darnos con un canto en los dientes si no somos nosotros quienes terminamos pasando hambre a consecuencias de la crisis económica, que parece crecer en tamaño cada día.

El hambre en el mundo es un problema demasiado grave, demasiado complejo y profundo para que una potencia media como España pueda afrontarlo y, no digamos, liderarlo. Ni siquiera Estados Unidos o la Comunidad Europea podrían hacerlo juntos o por separado.…  Seguir leyendo »

Se me ocurre que la mejor forma de explicar la victoria de Barack Obama, un completo desconocido al comenzar las primarias, sobre Hillary Clinton, que las empezó como favorita, es recurrir a las diferencias entre Estados Unidos y España. Kant llamaba al nuestro «el país de los antepasados», y pese a los grandes cambios externos que ha habido en él en los últimos tiempos, su esencia continúa inalterable. Seguimos prefiriendo el ayer al mañana, nos gusta librar una y otra vez las mismas batallas y debatir temas mil veces debatidos, sin llegar a ninguna conclusión. Mientras Estados Unidos es «el país de los nietos».…  Seguir leyendo »