José María Gil-Robles

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E LPartido Popular ha sido tradicionalmente el partido del sentido común, de la sensatez. Sus afiliados lo acaban, lo acabamos, de demostrar otra vez en esta primera ronda de las elecciones a presidente de la formación. No sólo las ha ganado Soraya Sáenz de Santamaría con un 36,95 por ciento de los votos, sino que si sumamos a este porcentaje 26,95 por ciento obtenido por María Dolores de Cospedal veremos que el 63,90 por ciento de los electores, una mayoría abrumadora, quiere una renovación sensata y razonable, un salto generacional, sí, pero un salto generacional de padres a hijos, no de abuelos a nietos.…  Seguir leyendo »

El mandato de las urnas el 26-J es muy claro: que haya acuerdo entre las fuerzas políticas para un gobierno estable. El pueblo español ha rechazado las soluciones basadas en la intransigencia, las líneas rojas, la exclusión de unos españoles de toda posibilidad de gobernar. Es la hora de los pactos sin ira.

Con intransigencia nada se construye ni se conquista el futuro. La historia de España, desde la vuelta de Fernando VII del cautiverio en 1814, es la mejor lección de cómo todos los intentos de dar rienda suelta a la intolerancia, de dejar que el odio estableciese líneas rojas, para excluir a una parte de los españoles, terminaron siempre en desastre, en ruina de todas las posibilidades de progreso de la nación.…  Seguir leyendo »

Coaliciones, para qué

Las coaliciones llevan algún tiempo gozando de gran predicamento tanto en tertulias y comentarios como en la praxis política, puesto que los resultados de las elecciones municipales y autonómicas las hicieron inevitables y los de las generales parecen abonar también una solución de ese tipo a nivel general. Lo que sería una novedad desde que entró en vigor la actual Constitución, pero que no lo fue en España en etapas anteriores ni lo es en Europa, donde resulta ampliamente practicado.

En teoría, los gobiernos de coalición no tienen por qué ser mejores ni peores que los de un solo partido. Pueden ser más fuertes o más débiles, más eficaces o más ineficaces.…  Seguir leyendo »

Deberes para el próximo gobierno (o coalición)

Las elecciones del día 20 de diciembre constituyen un antes y un después en nuestra historia política reciente. El modelo bipartidista de alternancia imperante desde las primeras elecciones democráticas, parece tener los días contados. Todas las encuestas anuncian que el resultado de las próximas elecciones será un gobierno de coalición entre dos partidos nacionales. Una novedad en nuestros cuarenta años de vida constitucional, muy habitual, sin embargo, en Europa y que no tiene por qué ser mala, si es capaz de sumar audacia, prudencia, experiencia e innovación.

La condición es que no se limite a un mero reparto de poder, sino que se establezca un compromiso público de actuación en los grandes problemas que tiene planteados España.…  Seguir leyendo »

Hace medio siglo se celebró en Múnich, en el marco del IV Congreso del Movimiento Europeo, un encuentro entre europeístas residentes en el interior de España (con Don José María Gil-Robles y Quiñones, presidente de la Asociación Española de Cooperación Europea, a la cabeza) y europeístas españoles exiliados (presididos por el ilustre historiador Don Salvador de Madariaga). Encuentro al que el régimen de Franco dio la máxima relevancia, forzando a los principales participantes del interior a escoger entre el confinamiento en las islas Canarias y el exilio, desatando una desaforada campaña en su contra en todos los medios y sosteniendo, en las Cortes y fuera de ellas, una versión falseada y calumniosa de los hechos.…  Seguir leyendo »

Vistos con perspectiva europea los resultados de las elecciones al Parlamento arrojan, como rasgo más destacado, el enorme triunfo del Partido Popular Europeo. El número de escaños de la euro-cámara ha disminuido de setecientos ochenta y pico a setecientos treinta y seis y, además, los conservadores británicos y checos decidieron marcharse del Grupo Popular Europeo por considerar que este es demasiado europeísta. En estas condiciones, mantener los mismos escaños que en la legislatura anterior, que es lo que ha hecho el Partido Popular Europeo constituye un enorme triunfo. Tanto que ahora el Grupo Popular Europeo tiene más diputados que todos los partidos de izquierda (socialistas, verdes y comunistas juntos).…  Seguir leyendo »

Una de las circunstancias que hacen de la actual situación, en palabras de Dominique Strauss Kahn, director gerente del FMI como «algo muy preocupante», es que estamos ante una doble crisis.

Por un lado, está la crisis de EE.UU., un país que después de lo acontecido en las últimas semanas y de cómo se ha actuado a nivel político, ha puesto de manifiesto que ha estado viviendo por encima de sus posibilidades a base de endeudarse en el interior y en el exterior y que, ahora, no le queda otra que apretarse el cinturón contando como principal herramienta para llegar a tal propósito con el Plan Bush.…  Seguir leyendo »

En un anterior artículo publicado en este mismo periódico (ABC, viernes 25-4-2008) desde el Centro de Estudios Comunitarios defendíamos humildemente la necesidad del centro político, un concepto que va más allá de la mera geometría política y de la equidistancia, para «centrarse» (nunca mejor dicho) en los problemas y las necesidades reales de las personas, siendo estas personas los verdaderos protagonistas de la política, el sujeto y el objeto de la misma.

No podíamos imaginar en ese momento que el debate sobre el centro político y sobre los cambios en el Partido Popular, reales o inventados, iban a alcanzar los grados actuales.…  Seguir leyendo »

No hace falta entrar en grandes debates intelectuales sobre la posmodernidad o sobre el principio de indeterminación de Heisenberg (ese que dice que la posición de un electrón es intrínsecamente indeterminada) para darnos cuenta de que estamos viviendo una época de indefinición en los conceptos. El ciudadano medio de este país sufre un aluvión de consignas políticas, generalmente contradictorias, sobre conceptos claves en el juego democrático. Así hemos visto cómo una organización política que se define como «de centro reformista» es tratada de «prehistórica, que da miedo», cuando no directamente de fascista con correaje y bota alta incluida.

Esta proliferación de ataques y de repetición de consignas descalificadoras tienen desgraciadamente más éxito electoral del que nos gustaría a muchos.…  Seguir leyendo »