José María Guelbenzu

Este archivo solo abarca los artículos del autor incorporados a este sitio a partir del 1 de diciembre de 2006. Para fechas anteriores realice una búsqueda entrecomillando su nombre.

Es un hecho tan triste como común que el oprimido, lo primero que hace cuando consigue liberarse, es imitar al opresor. En el lenguaje vulgar se denomina también a este acto "quítate tú para que me ponga yo". La referencia viene a cuento de la respuesta agresiva que los internautas están dando al proyecto llamado ley Sinde contra las descargas ilegales en Internet.

Que la ley es discutible, en su concepción y aplicación, no cabe duda; que detrás hay un grave problema de lesión de derechos, tampoco. Los internautas denuncian a la Industria del Ocio en general y de la Cultura en particular como lobby, pero su respuesta ha sido la de convertirse en un lobby idéntico al que denuncian.…  Seguir leyendo »

Imaginemos una noche de diciembre de 1973. Zona norte de Madrid. Dos jóvenes se despiden de sus anfitriones en el portal. Entre las bromas, una frase: "No os creáis nada de lo que diga la prensa mañana". Una frase genérica de complicidad antifranquista sin más trascendencia. A la mañana siguiente, al escuchar la radio, la frase adquiere una certeza cegadora: el almirante Carrero Blanco ha muerto en un atentado que se atribuye a ETA. Más tarde, las fotografías de los dos jóvenes con quienes cenaron la noche anterior figuran, junto a las de otros cuatro, en las portadas de todos los periódicos de la capital.…  Seguir leyendo »

Para los internautas, Internet es un espacio de libertad. Ésta es la idea bajo cuya bandera muchos de ellos, consciente o inconscientemente, están cometiendo toda clase de atentados contra la propiedad intelectual.

El acceso a las páginas web permite apropiarse de contenidos que, o bien son pirateados en directo o bien, siendo incluso adquiridos inicialmente, se redistribuyen o se revenden con total impunidad.

Ya hay teóricos que especulan con la idea de una democracia ciberespacial como representación de un nuevo mundo donde la libertad no admite cortapisas. Es como un Gran Hermano orwelliano, pero a la inversa.

Simbólicamente, Balzac es la imagen del autor que se desprendió de la protección de señores y mecenas y fio su fortuna al acogimiento del público.…  Seguir leyendo »

¿Qué premian los premios? ¿Para qué sirven los premios? ¿Son libres los premios? Cada año se conceden en nuestro país centenares de premios a muy diversas actividades artísticas, la mayoría de los cuales proceden de toda clase de instituciones públicas y privadas. ¿Vivimos en Jauja? ¿Estamos ante una nueva edad de oro de las artes? ¿Se han extendido los saraos sociales a los frutos de la creación literaria, visual o musical? En medio de todo este aparente esplendor, buscando el origen y sentido de esta proliferación, surge en seguida una pregunta: ¿es el Estado quien tiene el deber de regular los premios culturales o la cosa es así porque no existe otra alternativa?…  Seguir leyendo »

El reciente montaje de Los maestros cantores de Núremberg debido a la biznieta del compositor, Katharina Wagner, en el Festival de Bayreuth de 2007 ha suscitado un escándalo perfectamente preparado del que han participado con el entusiasmo previsible como estrellas invitadas todos los medios de comunicación, quizá porque un escándalo es más estimulante que una ópera y más noticioso, sobre todo en verano. Debo adelantar que el montaje de la obra me ha parecido infame, pero, con todo, el escándalo no tendría más importancia que una nube de verano o una gamberrada selecta de no ser porque lo que hay detrás de esta puesta en escena es, sencilla y llanamente, el uso de una obra de arte para dirigirla en sentido contrario a la intención con que la compuso su autor; es decir, un acto gravísimo de traición intelectual.…  Seguir leyendo »