José María Lassalle (Continuación)

La crisis comienza a dañar seriamente el bienestar del conjunto de la sociedad española. Incluso empieza a hacer mella en la resistencia psicológica de quienes sufren más intensamente sus efectos. Hoy España está mal, y corremos el riesgo de estar peor cuando toquemos el fondo de la crisis. Entonces, atrapados por el pesado lastre que estamos acumulando sobre nuestras espaldas, probablemente estemos condenados a arrastrarnos por el fondo de ella durante mucho tiempo.

Lo que pueda salir de ese horizonte de impotencia colectiva es difícil de calibrar. Pero en cualquier caso exige grandes dosis de sensatez y mesura, así como una reivindicación intensa de eso que Hugh Teclo ha descrito en su libro Pensar institucionalmente.…  Seguir leyendo »

Parafraseando a Shakespeare, algo podrido huele en Internet para un Gobierno que trata de impulsar una regulación que permite el cierre de páginas web sin intervención judicial y por la puerta trasera de una disposición final del Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible. ¿Por qué los ciudadanos no pueden asistir con transparencia a un debate legal, amplio, específico y pormenorizado que trate de encontrar un punto de equilibrio y de justicia entre todos los sectores en liza? ¿A qué, o a quién, tiene miedo el Gobierno debatiendo con luz y taquígrafos sobre ello? ¿Por qué expulsa del debate público este asunto y lo coloca marginalmente, y de tapadillo, dentro de una descomunal y alambicada Ley de Economía Sostenible?…  Seguir leyendo »

El cine es un sector de enorme importancia para la cultura española, pero no agota ésta. Es cierto que a la vista de la gestión de la ministra González-Sinde y de las iniciativas desarrolladas por ella, bien podría afirmarse que lo único que le interesa es el cine. En este sentido, resulta sorprendente ver cómo en unos presupuestos que sufren un recorte de más de un 10%, el único sector cultural que sale bien parado es el cine.

Este agravio comparativo no se entiende bien y requiere una respuesta que trascienda el hecho de que Ángeles González-Sinde proceda profesionalmente de este sector.…  Seguir leyendo »

La crisis exige de las sociedades abiertas una enérgica respuesta de ejemplaridad. Una vuelta a los valores cívicos y a la responsabilidad moral.

De lo contrario, se corre el riesgo de que se produzca un peligroso desencuentro entre el relato legitimador que sustenta la democracia y la vivencia cotidiana de la política por parte de los ciudadanos. Un desencuentro que, coincidente con un clima de apatía social, resucite populismos que hagan que los espacios públicos se iluminen con los fogonazos de irritación y malestar de un pueblo que, jaleado por algunos demagogos postmodernos, no entiende por qué algunos gobernantes democráticos se dejan llevar por la frivolidad pasiva de la improvisación convertida en política.…  Seguir leyendo »

El año 2009 pasará a la historia por anudar la biografía de Isaiah Berlin, Norberto Bobbio y Ralf Dahrendorf. Tres liberales curtidos en la lucha de la civilización democrática contra el totalitarismo y a los que la vida emplazó a explorar la senda de cómo contribuir a la supervivencia de la libertad en medio del terrible campo de pruebas que fue el siglo XX para su causa. En fin, tres aristócratas del espíritu en los que se plasmó aquella descripción que hizo Ortega en La España invertebrada al hablar de una ley de densidad vital que, parecida a la que opera en la física, sitúa a los hombres dentro del precipitado social de acuerdo con el peso de su excelencia.…  Seguir leyendo »

La promoción de la cultura necesita rediseñarse institucionalmente. Ha de formularse dentro de las coordenadas de nuestro tiempo. Debe asumir un modelo de gestión distinto, inspirado por la visión de Estado y, sobre todo, liberado del incómodo abrazo ideológico que algunos sectores de la izquierda se empeñan en seguir dándole.

Entrado el siglo XXI no puede seguir hablándose de la cultura y proyectar sobre ella las sombras de una confrontación ideológica ensayada por los totalitarismos de entreguerras. Ya está bien de que se sigan asumiendo esquemas gramscianos que quieren monopolizar la visibilidad y representación pública de la cultura. En este sentido, no puede continuar alimentándose el desencuentro y la hostilidad.…  Seguir leyendo »

El escenario de crisis que padecen las sociedades abiertas exige no sólo altas dosis de responsabilidad en las decisiones políticas que se aborden sino, también, mucha prudencia a la hora de criticar el relato teórico que soportan nuestras instituciones democráticas, y que no es otro que el pensamiento liberal surgido de la lucha contra la crueldad que, según Judith N. Shklar, está detrás del nacimiento de la Modernidad política que inspiró las revoluciones transatlánticas. En este sentido, resulta muy grave el empeño de algunos por aprovechar el impacto social de la crisis para demonizar al liberalismo culpándole de la misma. Con esta maniobra se ha desempolvado una retórica antiliberal que parecía felizmente superada.…  Seguir leyendo »

La política española ha dado un giro inesperado. Lo que parecía para algunos un acontecimiento más o menos lejano -que el PSOE cediera espacio político en campo abierto- por fin se ha producido. De este modo se ha vuelto a confirmar que la historia no sólo gatea sino que, como señala Nassim Taleb en El cisne negro. El impacto de lo altamente improbable, es capaz de dar saltos. En poco más de una semana, el Partido Popular ha logrado concatenar bajo el liderazgo de Mariano Rajoy una serie de éxitos de enorme fuerza política: la dimisión de un ministro socialista; la recuperación del Gobierno de Galicia tras una victoria sin paliativos de Alberto Núñez Feijóo y, finalmente, convertirse en Euskadi en un partido que puede contribuir decisivamente a que se materialice el sueño de ver elegido lehendakari a un político no nacionalista.…  Seguir leyendo »

Las sociedades abiertas van a ser puestas a prueba y tendrán que dar lo mejor de sí mismas para sobrevivir. Lo peor de la crisis está por llegar. Habrá que estar precavidos para afrontar los escenarios de inestabilidad que exigirán grandes dosis de fortaleza entre los partidos democráticos. Lo más importante en estos momentos es saber a qué atenerse y dotarnos de una pedagogía ejemplar, así como de un arsenal de acciones eficaces que desactiven los efectos sociales de la crisis.

Con todo, la consecuencia más grave que puede provocar la frustración colectiva que viviremos es la emergencia de un chovinismo del bienestar frente al que no sepamos reaccionar institucionalmente.…  Seguir leyendo »

Hay momentos en la historia en los que el ambiente político se vuelve tan hostil que aplasta cualquier atisbo de prudencia. Eso sucedió, por ejemplo, en la Europa del periodo de entreguerras, cuando la frialdad de acero de los extremismos se alió con la onda expansiva provocada por el crash de Wall Street. La combinación de ambos factores fue devastadora. Hizo emerger un tsunami que, impulsado por la pérdida generalizada del bienestar económico, se llevó por delante la arquitectura democrática de medio continente.

En este proceso fue importante la acción preformativa impulsada por unos lenguajes y estilos totalitarios que contribuyeron a secuestrar emocionalmente la lucidez de buena parte de las sociedades europeas.…  Seguir leyendo »

En 1975, el elefante republicano chapoteaba ensimismado en el estanque de frustración que propiciaron el caso Watergate, la renuncia de Nixon y la derrota de Vietnam. Bajo los rigores devastadores de la crisis económica de los 70, el GOP (Grand Old Party) yacía presa del desaliento. Fue entonces cuando Ronald Reagan asumió el liderazgo republicano y afrontó la situación con energía imaginativa y claridad de objetivos. Ofreció a los norteamericanos una causa en la que creer y, al mismo tiempo, les dio una respuesta coherente y sencilla a los problemas que preocupaban a la sociedad. Así, el elefante se puso en marcha, encontró la senda argumental para un nuevo destino y avanzó hacia él con decisión, guiado por una bandera que sus pioneros pronto bautizaron como la Revolución Conservadora.…  Seguir leyendo »

El 11 de junio de 1962, el presidente Kennedy pronunció un discurso en la Universidad de Yale que merece recordarse en estos momentos, cuando la crisis golpea duramente las economías transatlánticas. Delante de los alumnos que se graduaban ese año dijo algo que hoy debería ser resaltado con letras mayúsculas. Sin titubeo ni ambigüedad, apeló a la prudencia de los políticos que discriminan lo importante de lo accesorio, argumentando que los problemas económicos, si son profundos, tienen siempre más posibilidades de resolverse si se encaran de frente y con sinceridad. No en balde reconoció que lo que "está en juego en nuestras decisiones económicas" es la "gestión práctica de una economía moderna", esto es, la elección adecuada de "las vías y los medios para alcanzar metas comunes" asociadas "al empleo y el crecimiento, a unos precios estables y a una moneda fuerte".…  Seguir leyendo »

Durante el macartismo, Estados Unidos padeció un clima político tan enrarecido y despiadado que estuvo a punto de hacer saltar sus centenarios goznes liberales. El pulso que la URSS planteó a los norteamericanos hizo que éstos percibieran el aliento de la amenaza soviética como una sombra paranoica que logró desestabilizar su estructura institucional y emocional. El macartismo los arrastró al borde del abismo, pero no logró que cayeran en él. Con todo, dejó sus secuelas y el desarrollo posterior de la Guerra Fría propició la aparición de una corriente intelectual cuya influencia política fue dejándose sentir paulatinamente dentro de las filas del partido republicano hasta convertirse en dominante durante los dos mandatos presidenciales de George W.…  Seguir leyendo »

Creo sinceramente que Esperanza Aguirre -y vaya por delante mi admiración hacia su trayectoria política y su gestión al frente de la Comunidad de Madrid- se equivoca. Lo hace cuando reclama un debate de ideas que impulse el liberalismo en el próximo Congreso del Partido Popular que se celebrará en Valencia. Y vuelve a equivocarse cuando afirma que la socialdemocracia está más cómoda con Mariano Rajoy que con ella. Digo esto porque ambas afirmaciones son injustas. Si quiere disputar a Mariano Rajoy el liderazgo nacional de nuestro partido -cosa a la que está en su derecho y nadie puede censurar, debería hacerlo esgrimiendo otros motivos.…  Seguir leyendo »