Chesterton, tocado por la gracia
Confieso que me ha llenado de gracia, es decir, me ha parecido gracioso, que se haya iniciado el estudio que puede terminar en declarar beato al escritor Gilbert Keith Chesterton. Esa alegría tiene que ver poco en lo concerniente a la Doctrina y sí porque he sido, y soy, asiduo lector de varios santos, san Juan de la Cruz, santa Teresa, san Agustín, san Francisco, santo Tomás… y en mi biblioteca los beatos abundan poco, a pesar del beato de Liébana, por lo que he pensado que de esta manera se compensarían dentro de mi gusto literario y filosófico las dos partes, ya que desde que leí a Chesterton, a la edad de quince años, no he dejado nunca de asombrarme de su especial genio y no solo en novelas que siguen ahí, «El hombre que fue jueves», narración surrealista donde las haya, sino en su vertiente como biógrafo; considero que las que escribió sobre Dickens, san Francisco y Tennyson son obras maestras del género, y, cómo no, las graciosas diatribas que dictó contra las opiniones de sus amigos, los muy ilustres George Bernard Shaw y H.… Seguir leyendo »