Juan Cruz (Continuación)

El taxista que hace un año me preguntó si él debía leer Cien años de soledad, me dijo ayer que ya se había comprado el libro, en edición de bolsillo. "No es muy grande", me dijo. "Lo acabaré". Pero aún no lo había comenzado. Los libros a veces son como las dentaduras postizas: se guardan en un bolsillo hasta que sea el momento de masticar. El taxista estaba a punto de masticar.

Pero él no es distinto a tanta gente que va a las librerías, o a las bibliotecas; se lleva los libros, los pone en el mostrador de su propia estantería, y los deja ahí, como si los libros se fueran leyendo solos.…  Seguir leyendo »