El informe de Brodie
Un dirigente, un líder que quiera serlo realmente, tiene que convertirse en autoridad, es decir, en hombre o mujer con valores, ambiciones autolimitadas y respeto a la razón y a la verdad. En este punto, y en tiempos convulsos de posverdad, conviene recordar a Erasmo, quien en La educación del príncipe cristiano, hizo una analogía especialmente hermosa y certera: que el preceptor o asesor que envenena con malas ideas o malos consejos el corazón de un príncipe es tan criminal como el canalla que envenena un pozo de agua del que bebe una población entera y con eso envenena a todo el mundo.… Seguir leyendo »