Juan-José López Burniol (Continuación)

"No hay viaje sin que se crucen fronteras políticas, lingüísticas, sociales, psicológicas. Traspasar las fronteras, también amarlas --por cuanto definen una realidad, una individualidad, le dan cuerpo salvándola así de lo indistinto-- pero sin idolatrarlas". Así escribe Claudio Magris, ilustre germanista italiano, cuyo nacimiento en Trieste --hace casi 70 años-- explica su sensibilidad por los vaivenes de pueblos, naciones, estados y fronteras que han sacudido Europa durante el último siglo. Magris --autor de El Danubio-- acaba de publicar El infinito viajar, recopilación de sus crónicas de viaje aparecidas en Corriere della Sera, con un prefacio en el que condensa sus impresiones de viajero, comenzando por esta: "Muchas cosas se vienen abajo cuando se viaja; certidumbres, valores, sentimientos, expectativas que se van perdiendo por el camino", sobre todo si se tiene en cuenta que "un lugar no es solo su presente, sino también ese laberinto de tiempos y épocas diferentes que se entrecruzan en un paisaje", razón por la que todo es relativo.…  Seguir leyendo »

Hace algún tiempo que le doy vueltas a una idea. Es esta. Durante años, desde la adolescencia, he leído con interés nunca decreciente libros y ensayos sobre la guerra civil española de 1936 a 1939, sobre la República que le precedió, sobre las causas que provocaron la contienda y sobre sus antecedentes remotos. Y creo que llegué, hace ya tiempo, a un conocimiento satisfactorio --dentro de lo que es posible-- de toda aquella realidad lacerante. Pero reconozco que nunca tuve conciencia cabal del ambiente en que se desarrollaron los acontecimientos, del aire que se respiraba, de la densidad de las pasiones, del nivel de crispación, del grado de enfrentamiento visceral, del volumen del odio, del desprecio rampante, del alto voltaje --en fin-- de los enfrentamientos personales que desencadenaron la lucha cainita.…  Seguir leyendo »

La dialéctica política dominante en España en un futuro inmediato no estará en la contraposición derecha-izquierda, ni en el antagonismo entre el nacionalismo español de matriz castellana y los nacionalismos periféricos, sino que se irá centrando progresivamente en la contraposición de intereses entre el centro -el Gran Madrid- y las comunidades de la periferia, es decir, no sólo las comunidades históricas con una identidad diferenciada, sino también las comunidades emergentes de Levante y el Sur. Así, en la izquierda, las diferencias entre el PSOE y el PSC serán constantes y graves; y por lo que al PP se refiere, el enfrentamiento entre los barones autonómicos y el núcleo madrileño que ha detentado hasta ayer mismo el poder absoluto sobre todo el partido es de una crudeza enorme.…  Seguir leyendo »

Suele decirse que, al proclamarse la Segunda República, esta tenía ante sí cuatro graves problemas: el problema religioso, el problema militar, el problema agrario y el problema regional. ¿Desde cuándo se había convertido en problema el mismo Ejército que había contribuido de forma decisiva a la instauración del régimen liberal en España?

Coinciden muchos historiadores en que solo a partir de 1923 --y con el preludio significativo de las Juntas de Defensa en 1917-- puede hablarse de una asunción del poder por el Ejército, aunque Carlos Seco matiza esta afirmación recordando que el Ejército ya intervino como estamento determinante el 3 de enero de 1874, cuando el general Pavía disolvió por la fuerza el Parlamento y puso así fin a la Primera República, y el 27 de diciembre del mismo año, cuando el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto, y proclamó rey a Alfonso XII.…  Seguir leyendo »

1. La historia puede ser entendida como un proceso de progresiva ampliación del sujeto protagonista. Así, la revolución burguesa desmanteló la estructura señorial del Antiguo Régimen y dio el poder a un grupo social más amplio --la burguesía--; y, más tarde, la revolución democrática rechazó la hegemonía burguesa y propugnó la participación de todos los ciudadanos en la gestión de los intereses colectivos.

2. Pero la historia refleja, además, un sucesivo ensanchamiento e integración de los escenarios en que se desenvuelve. Así, para cada tribu, el escenario de su vida venía definido por unos límites geográficos inmediatos. Griegos y romanos ciñeron su peripecia, en esencia, al ámbito mediterráneo.…  Seguir leyendo »

Seguridad, seguridad... ¡cuántas barbaridades se cometen en tu nombre bajo la forma de medidas preventivas! En efecto, es evidente que los países occidentales viven, tras el atentado de las Torres Gemelas, una psicosis de inseguridad. Sin duda contribuye a ello la difusa sensación de que su secular hegemonía sobre todo el mundo comienza a resquebrajarse, lo que les provoca una irrefrenable tendencia a enrocarse. Y este enroque se manifiesta en forma de medidas preventivas. Así, una de ellas fue la guerra de Irak, desencadenada por la amenaza potencial de unas armas de destrucción masiva que nunca existieron. Pero esta voluntad de anticiparse al ataque --quien da primero da dos veces-- ha generado todo tipo de medidas preventivas.…  Seguir leyendo »

Charles de Gaulle comienza el primer volumen de sus memorias de guerra --L'Appel-- con esta frase: "Toda mi vida he tenido una cierta idea de Francia, inspirada tanto por el sentimiento como por la razón". Pero, además de tener una cierta idea de Francia, De Gaulle también tenía una cierta idea de Rusia --extraída de su conocimiento de la historia europea--, que le impidió hablar nunca de la Unión Soviética y le impulsó a referirse siempre a esta vieja nación --en realidad, imperio-- por su nombre tradicional: Rusia.
Así de claro lo tenía también

Alexéi Alexéievich Brusílov, nacido en 1853, educado en el Cuerpo de los Pajes Imperiales --una prestigiosa escuela militar rusa--, que luchó como oficial en la guerra ruso-turca y alcanzó el generalato en 1906.…  Seguir leyendo »

El poder tiende por naturaleza a prolongarse en el tiempo, a concentrarse en un lugar, a perpetuarse en un grupo, a radicalizarse en su ejercicio, a enrocarse en su defensa y a eludir cualquier responsabilidad por su acción. De ahí que la difusión del poder --la extensión de su goce a otros actores distintos de sus titulares históricos-- no sea nunca fruto de una evolución espontá- nea, sino el resultado de una presión social insostenible. Así sucede en la historia norteamericana, desde los albores de la República, cuando el poder político cristalizó en manos del grupo fundacional blanco, anglosajón y protestante.…  Seguir leyendo »

El Estado se equivoca al considerar que los obispos más extremistas representan una posición unívoca
El 2 de abril de 1931, Jueves Santo, el rey Alfonso XIII y la reina Victoria-Eugenia cumplieron un rito de la corte española. En presencia del nuncio, los grandes de España y el cuerpo diplomático, los reyes se arrodillaron para lavar los pies de 12 pobres. Doce días después, se derrumbó la monarquía.

El 14 de abril, un país que se había acostado monárquico se levantó republicano. Cuatro eran entonces los problemas que –según un esquema escolástico– tenía planteados España: el problema religioso, el militar, el agrario y el regional.…  Seguir leyendo »

Mi adicción a sus Sabatinas intempestivas hace que lea todos los textos de Gregorio Morán que caen en mis manos. Hay libros que los compras por su tema o por lo que se comenta de ellos, mientras que otros los adquieres por su autor. Este es el caso --por lo que a mí se refiere-- de Asombro y búsqueda de Rafael Barrett, un texto que jamás me hubiese llevado a casa de no ser por quién lo ha escrito. Bien es cierto que lo tuve un par de semanas en el dique seco, a punto de pasar al limbo de los libros que --a estas alturas de la película-- ya no tendré tiempo de leer jamás.…  Seguir leyendo »

Es probable que la primera visión de un visitante de la exposición de 1929, llegado a Barcelona por mar, fuese el edificio de la Nueva Aduana. Luego, si accedía al centro por la Vía Laietana, vería el edificio de la sede de La Caixa, en la esquina de Jonqueras. Pero, si subía por lo que hoy es el paseo de Lluís Companys, contemplaría el Palacio de Justicia. Al pasar más tarde por la plaza de Catalunya, contemplaría --en la esquina del Paseo de Gràcia con Ronda de Sant Pere-- las casas Pons i Pascual; y siguiendo por el Paseo de Gràcia hasta el cruce con la Diagonal, es posible que se fijase en la iglesia de Pompeia.…  Seguir leyendo »

Todo iniciado en el estudio de textos legales sabe que, debajo de los mandatos concretos de una ley, subyace siempre una idea axial que vertebra el propósito que ha tenido el legislador al elaborarla. Dicho en corto: una ley responde siempre a una idea. De ahí que el estadio primero de la interpretación jurídica consista en averiguar cuál ha sido la voluntad del legislador. Es una tarea que resulta apasionante. La ley de memoria histórica no constituye una excepción.

En efecto, este texto legal consagra --a mi juicio-- la ruptura del contrato transaccional --consenso-- en que se fundó la transición, al tiempo que presupone una nueva legalidad, que entronca directamente con la legalidad republicana.…  Seguir leyendo »

1. El problema no resuelto del siglo XIX español fue articular un verdadero Estado nacional. Por ello -y por el fracaso de 1898- los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos definieron a Cataluña, Euskadi y Galicia -a inicios del siglo XX- como sendas naciones que forman parte del Estado, con lo que negaron el carácter de nación a España. Y hay que añadir, además, que los nacionalismos catalán, vasco, gallego y navarro han ganado hoy -en sus comunidades- la batalla cultural gracias a su control del sistema educativo.

2. ¿Separatistas? ¿Separadores? ¿Quién tiró la primera piedra? No importa. Se acerca la hora de la verdad y hay que definir las respectivas posiciones para buscar una salida, ya no desde la perspectiva amable que brindaría un proyecto compartido, sino desde el ángulo estricto que proporcionan los respectivos intereses.…  Seguir leyendo »

El historiador Simon Schama escribe --en Auge y caída del Imperio Británico-- que "a finales de los noventa, otro marcador indispensable de la identidad británica, la monarquía, pareció que comenzaba a tambalearse (...). El año 1992, calificado con voz ronca por la reina de annus horribilis, no solo vio la separación de Carlos y Diana, sino también un pavoroso incendio en noviembre en el castillo de Windsor. (...) Pero el momento más difícil estaba todavía por venir. A la muerte de la princesa Diana (...), la familia real fue objeto de duras críticas por haber seguido rígidamente el protocolo (...). La crisis fue superada gracias a un discurso pronunciado por la soberana que sorprendió por su falta de formalismos y por expresar con sinceridad y claridad el dolor personal que sentía.…  Seguir leyendo »

Conocer el pasado permite, a veces, adivinar algo del futuro, o, al menos, racionalizar un tanto nuestra conducta en aquellas épocas que nos plantean un dilema grave. Pocas dudas caben de que así sucede hoy respecto a un problema enquistado hace más de un siglo: la estructura territorial del Estado. Por eso resulta útil --dado lo que se avecina-- recordar la peripecia de uno de los españoles que mejor lo han asumido. Sus textos se refieren a Catalunya, pero son extrapolables al País Vasco. Y es que este artículo está escrito pensando en el País Vasco.

Cuando, el 27 de mayo de 1932, Manuel Azaña se levantó a hablar en las Cortes, no sabía que iba a pronunciar el discurso de más fuste de toda su vida parlamentaria.…  Seguir leyendo »

UNO. No es cierto que los españoles no ahorren. Los españoles ahorran más que mucho: muchísimo. Se pasan buena parte de su vida ahorrando para pagar su vivienda y, si lo logran en un plazo no disuasorio, se embarcan a veces en la adquisición de una segunda residencia en la playa o en algún paraje que, con imaginación, pueda considerarse turístico. También es frecuente que, aprovechándose de la subida de los precios de los pisos, opten por vender su primera vivienda, para adquirir una segunda --más grande y mejor situada--, financiada en parte con el precio obtenido por la venta de aquella, más una segunda y mayor hipoteca.…  Seguir leyendo »

El general de División Miguel Cabanellas Ferrer era jefe de la V División Orgánica de Aragón en 1936. Incorporado al levantamiento militar pese a ser considerado republicano, su ambigüedad en los primeros momentos contribuyó a que el núcleo obrero zaragozano perdiese la iniciativa y no resistiese. El 23 de julio fue nombrado presidente de la Junta de Defensa, cargo decorativo que ostentó hasta que el general Franco asumió el mando supremo, el 1 de octubre de 1936. Fue por esta época cuando, abrumado por el rigor de la represión en la Zona Nacional, Cabanellas dijo estas palabras: "En este país, alguien tiene que dejar de fusilar alguna vez".…  Seguir leyendo »

El pasado sábado, en Sitges, mientras escuchaba al presidente Rodríguez Zapatero desgranar, con morosidad y delectación propias de un secretario de Estado, los datos positivos que ofrece la economía española, así como la indiscutible contribución de su Gobierno a estos logros, hubo un momento en que la imaginación se me fue y pensé, por un instante, en que un éxito de esta naturaleza siempre es fruto de un largo esfuerzo. En este caso, de una misma política económica mantenida sin desmayo desde 1993. En efecto, fue entonces cuando --bajo la presidencia de Felipe González-- Pedro Solbes definió una política económica cuya ejecución fue posible gracias al apoyo de CiU al Gobierno socialista.…  Seguir leyendo »

Para Francisco Umbral, Agustín de Foxá, conde de Foxá, fue un escritor "rápido, brillante, preciso y precioso para el detalle, valiente para el adjetivo, valleinclanesco en la sintaxis". Diplomático de carrera y amigo de José Antonio Primo de Rivera, fue uno de los autores de la letra del Cara al sol. La guerra civil le cogió en Madrid y a punto estuvo de ser fusilado cuando unos revolucionarios querían llevarlo a la Casa de Campo para terminar con él. Su pasaporte diplomático --era en ese momento cónsul de España en Bombay-- le salvó la vida: "Bueno, vámonos --dijo uno de sus captores--.…  Seguir leyendo »

La política europea, y la española en particular, muestran señales de agotamiento. Así lo indica la campaña presidencial francesa. Los comentarios son casi unánimes. Se parte --así, Ignacio Sotelo-- de la disolución de las viejas cosmovisiones: "En el siglo XIX, la izquierda era antiestatalista: para realizar una verdadera democracia había que empezar por destruir al Estado, el instrumento de dominación de la clase dominante; en cambio, los conservadores eran defensores a ultranza del Estado y de sus instituciones. Hoy, la izquierda, enemiga radical de cualquier forma de privatización de lo público, apela a la intervención del Estado en cualquier conflicto".

Sobre esta base, se sacan conclusiones.…  Seguir leyendo »