Feliz bienvenida, su Majestad
Despejados los principales nubarrones, vacíos de contenido real, que aparecieron en la última etapa de vuestro reinado y próximo vuestro retorno a España, adonde viajaréis a partir de ahora con frecuencia, celebro muy intensamente vuestro regreso, Majestad, que permite reiterar el reconocimiento del mérito de vuestra importantísima acción política a lo largo de medio siglo de desvelos, de los que todos los españoles somos deudores.
Escribo desde la madurez de quien está de regreso de casi todo y no ha tenido jamás vocación política. Creo ser el único ciudadano de este país que por dos veces rechazó un ministerio en gobiernos de Franco, cuando yo era presidente ejecutivo de Altos Hornos de Vizcaya, desde mis jóvenes 38 años y sin antecedente vasco alguno.… Seguir leyendo »