Baroja, circunstancia española
Como Unamuno o Azorín, y otros escritores del 98, Baroja fue para Ortega una «circunstancia española», eso con lo que cada cual tiene que habérselas en cada situación para comprender lo que pasa y, aún, para entenderse a sí mismo. Baroja, la literatura barojiana, de la que se ocupó en varias ocasiones entre 1910 y 1915, tuvieron para Ortega «el valor de síntomas nacionales». Vio en ellos la cristalización extrema del «pesimismo metódico», «un fenómeno ejemplar del alma española contemporánea»: la expresión, en suma, del fracaso de España como nación.
Ortega marcó indisimuladamente sus distancias con el novelista vasco. El pesimismo barojiano, su «pesimismo metódico», y la «dispersión» del alma de Baroja, le resultaban insuficientes, irritantes, decepcionantes.… Seguir leyendo »