Una pésima época para la democracia brasileña
Para ser un evento que marcó el fin de una era, la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff fue un acto formal lleno de procedimientos y discursos civiles.
También hubo lágrimas, por supuesto. Janaína Paschoal, la abogada que acusó a la presidenta ante el senado por haber disimulado las fallas en el presupuesto para ocultar la crisis económica, lloró en el podio. El abogado defensor de la presidenta, su exministro de Justicia, José Eduardo Cardozo también sollozó después de presentar su argumento.
Cuando el conteo final de votos se anunció —61 a favor de la destitución de Rousseff y 20 en contra—, los senadores se unieron para cantar el himno nacional.… Seguir leyendo »