
La maternidad no es un sacrificio
Durante el verano tomé unas semanas de vacaciones. Mi familia y yo —mi esposo e hijos, entonces de nueve y siete años—hicimos planes para pasar ese tiempo en nuestra casa en la costa de Nueva Jersey. Cuando mi madre me preguntó que íbamos a hacer durante las vacaciones, le dije que estaríamos juntos, visitando la playa y el parque de diversiones cercano, cocinando y jugando en el patio.
Su respuesta fue: “Ay, eso no son vacaciones para ti. Me imagino que estarás ansiosa de regresar al trabajo. La maternidad es el trabajo más duro del mundo. ¡Puro sacrificio!”.
“¿De verdad?”, fue todo lo que pude contestar.… Seguir leyendo »