Kate Bowler

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No podemos perfeccionar nuestras vidas. Solo podemos vivirlas

Dejé de “vivir mi mejor vida” en la tienda de regalos de un hospital. Probablemente fue alarmante para el adolescente en el mostrador ver a una paciente en una bata de algodón azul rodar su propio portasueros intravenoso en la tienda, murmurar en voz alta en dirección a un carrusel de libros y comenzar a sacar títulos de los estantes. No uno por uno, sino a manos llenas.

“Me gustaría hablar con el gerente”, le dije. El adolescente trajo a una mujer mayor, vestida con un suéter bordado y me la presentó con una expresión facial que sugería tácitamente que el salario mínimo no cubría este escenario.…  Seguir leyendo »

La esperanza no solo se trata del futuro

En algún momento imaginé mi vida como una línea ininterrumpida desde el nacimiento hasta la decadencia. Habría algunos logros importantes y mucho amor en la mitad, como si fuera un sándwich, pero creía que el tiempo era una cosa duradera.

Pensaba que me iba a detener frente a ese precipicio que es cada Año Nuevo, con mi lista de propósitos en la mano. Lograría una plaza fija como profesora, dominaría el idioma ruso y visitaría la estatua más grande de Paul Bunyan y su majestuoso buey azul, Babe, en Bemidji, Minnesota. Mi familia puede testificar que poseo este determinismo pragmático. Mi abuelo Gerald Bowler vivió en un pequeño pueblo en el oeste de Canadá cerca de la intersección entre Bowler Place y la avenida Bowler.…  Seguir leyendo »

Si te encuentras al ángel de la muerte, ¿qué le dirías?

Cada noventa días me acuesto en una máquina de tomografía, mientras un tinte recorre mis venas y los médicos ven si los tumores de mi hígado están creciendo. Si no es así, sonríen y programan otro escaneo. El ritmo ha sido el mismo desde que mis doctores me dijeron que tenía cáncer de colon etapa IV hace dos años y medio. Vivo durante tres meses, inhalo profundamente y espero comenzar de nuevo. Quizá haré esto durante el resto de mi vida… dure lo que dure.

Y cada vez que se termina mi escaneo debo dejarles claro a mis amigos y a mi familia que, aunque rezo para que me digan que estoy curada, debo ser agradecida: tengo tres meses más de vida.…  Seguir leyendo »