
Cómo dejamos que nos arrebataran el cielo
Hace mucho tiempo, el cielo era todo aquello sobre la tierra y estaba en el centro de la experiencia humana. El cielo era el lugar de los dioses. Las tormentas eran manifestaciones de sus poderes y las aves, sus mensajeros aéreos. Intentar volar demasiado alto, al igual que Ícaro, era un signo de arrogancia. Con su vastedad, el cielo se mantenía en cierto sentido “cerrado”, prohibido para nosotros, desconocido y quizás incognoscible.
El lenguaje que se empleaba antes de la era espacial para describir la relación entre la humanidad y el cielo era como de una época pre-Copérnico. La palabra inglesa para cielo, sky, se origina del escandinavo antiguo ský, que significa nube.… Seguir leyendo »