
La ‘renuncia silenciosa’ no es la solución
Este verano, se habló mucho de la “renuncia silenciosa”, que, en esencia, se refiere a hacer lo mínimo necesario en el trabajo. Y quizá eso no sorprenda a nadie: después de más de dos años de incertidumbre pandémica, los niveles de estrés de los trabajadores están a tope en todo momento y ahora la gente sigue languideciendo. Cuando estás agotado y saturado, sientes que se pierde algo de algún modo y, para muchos, pareciera que lo que se pierde es la búsqueda de la excelencia laboral.
Pero ¿la respuesta es dejar de echarle ganas? Yo diría que no. Como escritora que aborda el tema de la gestión del tiempo, me he dado cuenta de que lo opuesto al agotamiento no es no hacer nada, ni siquiera es hacer menos.… Seguir leyendo »