Pensiones: en busca del tiempo
La verdadera riqueza de las naciones es su población. Constituye ésta el origen y el destino de todo esfuerzo económico. La misma ha suministrado la principal energía transformadora de nuestro mundo y es también la beneficiaria de todo progreso. Simon Kuznets, Nobel de Economía de 1971, demostró que los países con mayor crecimiento demográfico eran los que ofrecían más altas tasas de crecimiento económico. Colin Clark señaló, por su parte, la mayor relevancia que, frente a la inversión productiva, poseía el aumento de la población para el desarrollo de la economía (Condititions of Economic Growth, 1939). Y el mismo Alfred Sauvy pudo afirmar que «no hay progreso económico sin crecimiento de la población».… Seguir leyendo »