Tu cerebro no está hecho para pensar
Hace quinientos millones de años, una diminuta criatura marina cambió el curso de la historia: se convirtió en el primer depredador. De alguna manera, sintió la presencia de otra criatura cercana, se impulsó o se contoneó hasta ella y se la comió a propósito.
Esta nueva actividad de cazar dio inicio a una carrera armamentística evolutiva. Durante millones de años, los depredadores y las presas evolucionaron para tener cuerpos más complejos que pudieran sentir y moverse con mayor eficacia a fin de atrapar o eludir a otras criaturas.
Con el tiempo, algunas criaturas evolucionaron hasta tener un centro de comando que dirigiera esos cuerpos complejos.… Seguir leyendo »