La dignidad de los inmigrantes
Tiempo atrás, en una reunión de escritores, un grupo de catalanes hablaban de la inmigración y decían que era una ventaja, que el mundo ya estaba en nuestro país y que ello convertía nuestra sociedad en más abierta, más curiosa y más permisiva. Una amiga mexicana, cronista del New York Times y excelente observadora de los procesos sociales, dijo: «Esto es verdad, pero no es exacto. Porque si bien pasa todo esto que decís, la inmigración también es un problema y habría que tratarlo como si lo fuera. Porque que sea un problema no significa que no tenga solución». Y entonces contó que aquella misma mañana, andando por Barcelona, había visto a una mujer esperando el autobús a la que caían pieles de naranja en la cabeza.… Seguir leyendo »