Ludger Mees

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Münster es una ciudad alemana de unos 300.000 habitantes ubicada en la región de Westfalia, parte del Estado más grande del país que es Renania del Norte-Westfalia. Si no fuera por la Paz de Westfalia firmada en Münster en 1648 para poner fin a la Guerra de los Treinta Años, no sería muy conocida más allá de su entorno regional. Es una ciudad profundamente católica, tranquila, muy poco dada a generar noticias altisonantes: aparentemente, nunca pasa nada, hasta mediados de marzo de 2012. Entonces, el Ayuntamiento tomó la decisión de cambiar el nombre de la gran plaza frente al castillo —hoy parte de la universidad—, haciendo suya la recomendación de una comisión de historiadores.…  Seguir leyendo »

Existe una palabra en alemán -para no nativos más o menos impronunciable- que, debido a su popularidad en los últimos años, incluso ha entrado en los diccionarios coloquiales de otros idiomas. Se trata de Vergangenheitsbewältigung. Describe ese largo proceso de confrontación pública sin tabúes con el pasado nacionalsocialista que, desde finales de la década de los sesenta, acabó con ese tiempo de silencio autoimpuesto que, tras el fin de la guerra, había permitido a los sobrevivientes de la catástrofe alemana reconstruir el país en medio de un artificial ambiente de normalidad y crecimiento económico.

Obviamente, las diferencias históricas son abismales, pero sigo pensando que en estos momentos en los que estamos vislumbrando en el País Vasco, por primera vez desde hace cuatro décadas, una posibilidad real y tangible, no solo basada en un piadoso wishful thinking, de entrar en una nueva etapa pos-ETA, ha llegado la hora para un gran debate -no solo académico- sobre la que para mí es la pregunta básica: ¿cómo fue posible que en una sociedad desarrollada y culta como la vasca pudo perdurar y reproducirse un fenómeno violento como ETA durante tanto tiempo?…  Seguir leyendo »

La vida de José Antonio se había extinguido para que comenzara la de su recuerdo como símbolo, enseña, mito. José Antonio entraba en la historia". Con estas palabras concluyó hace 50 años Manuel Irujo su necrológica sobre quien describió como su "mejor amigo", el primer lehendakari vasco José Antonio Aguirre, tras fallecer este de forma repentina el día 22 de marzo de 1960 al no superar una aguda crisis cardíaca. Irujo, el líder peneuvista navarro, ex diputado a Cortes y ex ministro de la República, había sido una de las personas más cercanas al presidente vasco y conocía a la perfección todos sus gustos y manías.…  Seguir leyendo »

El día 9 de noviembre hace 20 años, la caída del Muro y la consiguiente unificación del país fue un acontecimiento de gran calado simbólico que escenificaba el definitivo fin del tan debatido Sonderweg (camino particular) alemán en la historia contemporánea, cuyas contradicciones habían desembocado en el nacionalsocialismo, la guerra, el Holocausto y la partición.

Sin embargo, 20 años de la tan ansiada normalidad no han borrado los horrores del pasado. Al contrario, la guerra, la dictadura y Auschwitz siguen presentes en la cultura política del país, y esto hasta unos límites que para observadores no alemanes a veces pueden rayar en lo ridículo.…  Seguir leyendo »

Fue Bertolt Brecht quien dejó escrita en su día la constatación «Pobre el país que necesita héroes». Y, efectivamente, la Alemania de hace ahora 65 años era un país pobre y desdichado que urgentemente necesitaba un héroe que acabara con la dictadura, el holocausto y la guerra, salvando así la vida de millones de personas. Necesitaba un héroe que finalizara con éxito lo que el carpintero comunista Georg Elser ya había intentado en noviembre de 1939: depositó una bomba en la cervecería 'Bürgerbräukeller' de Múnich donde Hitler celebró con toda la plana mayor del Partido Nacionalsocialista el aniversario de su fallido golpe de Estado de 1923.…  Seguir leyendo »

Una de las paradojas de la historia del Partido Nacionalista Vasco radica en el hecho de que un partido que en 1895 fue fundado y liderado por un personaje muy carismático y venerado por todos acabara siendo un partido que a lo largo de su historia ha recelado de los liderazgos carismáticos, priorizando los mecanismos colectivos en la toma de decisiones. Esto no quiere decir que no haya habido dirigentes con un carácter fuerte, populares y muy queridos por la afiliación y los votantes. Pero -con una sola salvedad- ninguno de ellos alcanzó los niveles de carisma y veneración que incluso antes de su muerte en 1903 logró Sabino Arana, ese "Jesús vasco" (José de Arriandiaga, Joala).…  Seguir leyendo »