Los intereses creados
Está claro que hemos subestimado el poder del alcohol: una apisonadora que pasa por encima de los intereses ajenos y los derechos compartidos, capaz de imponer los intereses particulares sobre los generales.La realidad se ha impuesto y el dinero -ese objeto de deseo que en cantidades abundantes siempre circula por manos de unos pocos, como sucede con los billetes de 500 euros- ha estrechado sus lazos con el miedo a perder poder electoral y ha venido a garantizarle al alcohol su poder casi invencible. Los «solidísimos intereses creados», que diría Benavente.
A lo largo de esta semana, la opinión pública ha podido comprobar cómo la discusión política sobre la conveniencia de tramitar la anunciada Ley sobre prevención del consumo de bebidas alcohólicas ha estado más cerca del esperpento que del cruce de argumentos entre las partes enfrentadas.… Seguir leyendo »