Luis del Val (Continuación)

Hablan los agrimensores del alma, o sea, los psicólogos, de la llamada «transferencia emocional». Consiste en la proyección al prójimo de nuestro estado emocional, de tal manera que, si nos encontramos en la situación de enamorados correspondidos cualquier prójimo nos parece un ser digno de afecto, y, en cambio, si hemos constatado que los discípulos de Montoro actúan sobre nuestras cuentas corrientes con la crueldad de una estricta gobernanta, tendemos a pensar que cada persona con la que nos cruzamos por la calle ha salido con el fin de molestarnos. En muchas otras ocasiones nuestra transferencia emocional no se debe a ningún asunto trascendente, sino a una desatención del empleado del banco, o del funcionario, o uno de esos empujones, que nos parecen tanto más alevosos, cuanto el causante se marcha como si se hubiera rozado con un matojo, y esa asunción de matojo es mucho más hiriente que el empujón propiamente dicho.…  Seguir leyendo »

Insistimos en el debate del uso del catalán en las películas que han sido rodadas en lenguas que en nuestro país no son oficiales. Como catalán me da igual ver una sesión en catalán o en castellano. Desde pequeño he utilizado las dos lenguas. El problema se me plantea cuando no tengo elección. En las salas en que más cómodo me siento tan sólo programan en un idioma: el castellano. La ley del Cine Catalán causa controversia en los exhibidores, ya que creen que una película doblada al catalán factura menor recaudación. El problema vendrá cuando un exhibidor que opte por el catalán se encuentre con que en el cine de la esquina, su competidor más directo, proyecte el mismo título en castellano.…  Seguir leyendo »