Luis Fernández-Galiano (Continuación)

Menos ladrillos, más ordenadores". El presidente José Luis Rodríguez Zapatero eligió la plaza de toros de Vista Alegre, el pasado 10 de mayo, para acuñar el lema del nuevo modelo económico que propugna. Tras el desplome del sector inmobiliario, la primera parte del programa está garantizada; no es tan seguro que la segunda pueda alcanzarse con sólo voluntad política. Ladrillo es una forma abreviada de referirse a la construcción, y posee abundantes connotaciones negativas, ya que en el uso común se asocia a la edificación excesiva y a la promoción especulativa; ordenador, por el contrario, remite al mundo fascinante de la Red, y sirve como signo de la nueva economía del conocimiento.…  Seguir leyendo »

Expulsado por la puerta, lo sagrado regresa por la ventana. Un pequeño convento en Ronchamp y un gran museo en Jerusalén ilustran las formas contrapuestas de abordar el conflicto entre lo sagrado y lo profano en el mundo contemporáneo. En la localidad francesa, un proceso de diálogo y negociación ha permitido al genovés Renzo Piano iniciar la construcción de un racimo de celdas para monjas clarisas en la falda de la colina coronada por la capilla de Notre-Dame-du-Haut, la obra más célebre de Le Corbusier; en el corazón de la que solía llamarse Tierra Santa, una sentencia judicial permitirá al californiano Frank Gehry levantar un colosal complejo promovido por el Centro Simón Wiesenthal -el famoso cazador de nazis, que por cierto era de profesión arquitecto- sobre el cementerio musulmán más antiguo de la ciudad.…  Seguir leyendo »

Una expo es una expo es una expo es una expo. No puede juzgarse con los criterios de la construcción habitual, porque su éxito o su fracaso se dirimen en un territorio diferente.

Para comenzar, una expo es una operación urbana que aspira a transformar una ciudad con inversiones excepcionales que se justifican, precisamente, por el evento; lo más importante sucede fuera del recinto, y son las nuevas infraestructuras de movilidad -puentes, autopistas, estaciones o aeropuertos- el más productivo legado de la celebración.

En segundo lugar, una expo es un laboratorio de arquitecturas que no persiguen tanto la consistencia mutua como la innovación técnica y estética; permanentes algunas y efímeras muchas, la algarabía de construcciones pone a prueba la verosimilitud futura del emplazamiento como fragmento urbano.…  Seguir leyendo »

Los políticos son de Marte, los arquitectos de Venus. Parafraseando al neoconservador Robert Kagan, que en Poder y debilidad explicaba en esos términos las divergencias entre estadounidenses y europeos, los actuales conflictos entre políticos y arquitectos en España -del despido de Juan Navarro Baldeweg en Madrid o el pleito de Santiago Calatrava en Bilbao a la investigación parlamentaria del proyecto del norteamericano Peter Eisenman en Santiago de Compostela- podrían atribuirse a la diferente posición de cada grupo en el teatro de sombras de la representación social. Mientras los políticos forcejean por el poder mediante campañas esmaltadas de vocabulario bélico, los arquitectos habitan un paraíso amniótico de belleza sensual y seducción simbólica.…  Seguir leyendo »

Bernard Rudofsky quiso ser espartano y sibarita. El arquitecto vienés está hoy casi olvidado, pero su empeño en reconciliar laconismo y sensualidad es más pertinente que nunca. En un planeta consciente de sus límites físicos, la voluntad de hacer compatible la reducción del consumo con la multiplicación del placer es la piedra angular de un programa político que sea al mismo tiempo un proyecto vital.

Fernando Savater asegura que la felicidad reside en reunir unos gustos sencillos con una mente complicada, y es posible que esa conjunción de austeridad y refinamiento no ande muy lejos de la propuesta de Rudofsky, propagandista tenaz de la necesidad de conciliar disciplina y hedonismo, dos polos de referencia que imaginó ejemplarmente materializados en la arquitectura japonesa y en la mediterránea.…  Seguir leyendo »

Construimos con ideas. El boom inmobiliario es una burbuja de cemento y codicia, pero la arquitectura se levanta sobre el pensamiento. La reciente desaparición de Richard Rorty, que en la última década había reemplazado a Derrida y Deleuze en la devoción de los arquitectos, recuerda los lazos que anudan o enredan filosofía y construcción.

Dick Rorty, como le llamaban haciendo honor a su populismo norteamericano, se había alimentado del pragmatismo de Charles Peirce, William James y John Dewey para proponer una irónica utopía, burguesa y liberal, materializada en el territorio por la amabilidad trivial del nuevo urbanismo, un movimiento que reconcilia la libertad de elección democrática con el sentimiento comunitario mediante ciudades jardín previsibles y plácidas.…  Seguir leyendo »

El clima es el problema, la ciudad la solución. Así podría resumirse el espíritu del más ambicioso programa urbano de eficacia energética lanzado en Estados Unidos. Promovido por la ciudad de Cambridge, en Massachusetts -sede de universidades como Harvard o MIT-, el plan parte de la premisa que de "muchos de los más difíciles desafíos medioambientales del planeta pueden ser abordados y resueltos por las ciudades". Sus impulsores, Douglas Foy y Robert Healy, defienden en el Herald Tribune que, frente a la visión convencional que asocia sostenibilidad y naturaleza, la ciudad densa es más verde que la construcción dispersa, porque es más eficaz en el uso de la energía, el agua y el territorio: la ciudad de Nueva York consume menos energía per cápita que cualquier Estado de la Unión.…  Seguir leyendo »

El terror es un juego serio. Tanto en la "destrucción mutua asegurada" de la guerra fría como en los conflictos asimétricos de las dos últimas décadas, el miedo ha sido el tablero sobre el que se han movido las fichas de la política. Agentes y víctimas a la vez, los occidentales han intentado entender el terror con las herramientas añejas de la filosofía de la historia y los instrumentos nuevos de la sociología del signo, pero sin acertar a formular estrategias que garanticen el éxito en este juego de azar. De la "reputación" intimidatoria del príncipe renacentista a la amenaza difusa del terrorista posmoderno, los teóricos del poder han transitado desde la pugna entre amigo y enemigo hasta el desvanecimiento líquido de las guerras virtuales, que el recientemente desaparecido Jean Baudrillard llevó al paroxismo con el "negacionismo" retórico de la guerra del Golfo y la interpretación onírica del 11 de septiembre.…  Seguir leyendo »

En un mundo agnóstico, el arte es la última religión. Más allá de las fracturas entre las confesiones, el arte se propone como un credo universal. Sus sacerdotes se escuchan con reverencia, sus liturgias se siguen con devoción y sus templos colonizan el planeta con fervor unánime. Los escépticos argumentarán que esos templos están gobernados por mercaderes, que el comercio de reliquias artísticas es una rama de la industria turística, y que sus ceremonias forman parte de las pompas propagandísticas del poder. Sin embargo, y al margen de que esas circunstancias coloreen igualmente las religiones convencionales, pocos negarán que el arte nos re-liga a través del santoral compartido, nos vincula mediante la comunión del espectáculo y nos enlaza con el concurso de su esperanto sagrado.…  Seguir leyendo »

La arquitectura ha transitado del espectáculo al escándalo. Tanto los proyectos singulares como las urbanizaciones plurales se colorean con la sospecha del cohecho, y los filósofos resucitan el viejo espectro del pacto fáustico entre la arquitectura y el poder. Las estrellas del ramo aparecen asociadas a sátrapas, y los profesionales de infantería se descubren en compañía de concejales dudosos y comisionistas seguros. El crecimiento económico alimenta la actual floración de rascacielos emblemáticos y edificios totémicos, mientras el boom inmobiliario transforma el territorio en un magma indiferente, y esa combinación de gritos simbólicos y susurros hipotecarios ha construido una ciudad que sentimos ajena.…  Seguir leyendo »