Una reacción admirable
La solidaridad humana brilla en las tragedias. La solidaridad, entendida como los sentimientos de adhesión y comprensión que nos impulsan a cuidarnos, respaldarnos y alentarnos mutuamente, es una fuerza natural que promueve confianza, seguridad y sobre todo esperanza en quienes la reciben. Esta fuerza reconfortante se nutre de la empatía o la capacidad para situarnos genuinamente en el lugar del otro, en las circunstancias que experimentan otras personas, y para conectarnos con afecto y comprometernos con ellas. La solidaridad amortigua el impacto de los golpes, aplaca el estrés y la angustia que causan las desgracias.
Está demostrado que todas las víctimas de desastres se benefician del amparo y el soporte de los demás.… Seguir leyendo »