A partir de ahora eres tu otro
¿Era necesario caer desde tan alto y ver nuestras manos manchadas con nuestra propia sangre para darnos cuenta de que no somos los ángeles que creíamos ser? ¿Era necesario mostrar nuestras vergüenzas en público para que nuestra verdad dejara de ser virgen?
¡Cuánto mentíamos al decir somos una excepción! ¡Creerte a ti mismo es peor que mentir a los demás! ¡Mostrar afecto a quienes nos odian y maltratar a quienes nos aman: ésa es la bajeza del arrogante y la altanería del humilde!
Pasado, yo te invoco: no nos cambies cada vez que nos alejamos de ti. Futuro, no nos preguntes: ¿quiénes sois y qué queréis de mí?… Seguir leyendo »