Mejor tarde que nunca
Se me cae la cara de vergüenza. Tengo un sentimiento de impotencia y profunda pena. Dawit Isaak, el periodista eritreo-sueco al que amadrino desde hace años, se pudre en una inhóspita cárcel de Eritrea, posiblemente en Asmara, pero pasan los años y me da la sensación de que lo que escribo, las gestiones que hemos hecho desde España, no sirven de nada ante la feroz dictadura de Isaías Afewerki en ese pequeño estado africano. Tampoco sirven las múltiples gestiones que ha hecho su familia, ni el gobierno sueco, ni Reporteros Sin Fronteras.
A Dawit le acaban de conceder el premio Mundial de Prensa Guillermo Cano de la UNESCO, un premio importante, de los que se jalean en la prensa internacional.… Seguir leyendo »