Manuel Ruiz Zamora

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El cómico Andreu Buenafuente saluda a Pedro Sánchez durante una audiencia en el Palacio de la Moncloa. La Moncloa

En el esperpento nacional al que estamos asistiendo, ante cuya magnitud el mismísimo Ramón María del Valle-Inclán se hubiera quedado mudo, se echa en falta una voz que por lo general no se caracteriza por su prudencia ni por su disimulo. La voz del llamado "mundo de la cultura".

Qué silencio tan ensordecedor, qué silencio tan insondable. Qué compacto y qué flagrante.

En España, décadas mediante de degradación educativa, llamamos cultura a un conglomerado más bien extravagante conformado, principalmente, por ínfimos actores y actrices sin otra preparación intelectual que las que les proporciona su asistencia puramente testimonial a algún curso de la ESO.…  Seguir leyendo »

Uno de los mantras más repetidos por el nutrido batallón mediático al servicio del actual Gobierno de cara a las próximas elecciones es que si la derecha, apoyada por la ultraderecha, llega al poder se producirá un retroceso decisivo y puede que irreparable en materia de derechos.

Por cierto, a la pregunta de un lector sobre por qué se le llama ultra solamente a la ultraderecha y no a un partido como Podemos, la defensora del lector de El País, en una de las peticiones de principio más maravillosas en la historia del periodismo, contestaba remitiendo a lo que a tal respecto determina el Libro de estilo de El País.…  Seguir leyendo »

¿Por qué es tan malo el cine español?

Lo primero que habría que aclarar es que el título del presente artículo se refiere tan sólo a las producciones cinematográficas que se han realizado en nuestro país en, al menos, las dos últimas décadas, no al cine español en tanto realidad histórica. Esto significa que estamos abordando la cuestión desde una perspectiva puramente fenoménica, no esencialista. Cualquiera que disfrute de esa maravilla que es la plataforma documental Flix Olé podrá comprobar el altísimo nivel de un nutrido grupo de películas españolas que van desde los años 50 del siglo pasado a los primeros años de la Transición, muchas de ellas bastante desconocidas.…  Seguir leyendo »

La izquierda patrimonializa el feminismo

Anda la izquierda, a través de sus cada vez más delirantes mayordomos mediáticos, reclamando la unidad, presuntamente perdida, del movimiento feminista. Cuando estos periódicos hablan de unidad en nombre de la izquierda hemos de entender que en realidad los que hablan son los hombres que detentan el poder de facto en estas fuerzas políticas, toda vez que las mujeres, según se infiere de las últimas manifestaciones en la calle, se encuentran precisamente en un proceso de división y divergencia, por otra parte, perfectamente legítimo.

En este momento, asistimos a la confrontación de dos expresiones preeminentes de la ideología feminista. En un lado del ring, con muchos años a sus espaldas y un gesto ceñudo aunque no crispado, se sitúan las feministas a las que podríamos denominar ortodoxas o clásicas.…  Seguir leyendo »

En la izquierda deberían haberse encendido hace tiempo las luces de alarma ante la imparable desafección de sus intelectuales de referencia. "El último, que apague la luz", podría decirse parafraseando el célebre relato de Mario Benedetti. En dicho proceso de alejamiento suele pasarse por varios estadios de penitencia.

El primer paso consiste en experimentar alguna discrepancia puramente incidental con el núcleo de las ideas. El adepto tendrá entonces la oportunidad de sorprenderse con la virulencia con la que su discrepancia es acogida por los guardianes de la ortodoxia. Contra lo que hubiera podido esperarse, lo único que consiguen dichos ataques es abrir aún más la brecha, hasta el punto de que ahora la perspectiva se centra en los propios fundamentos sobre los que se sostiene la ideología.…  Seguir leyendo »

Cuando en este mundo surge una afirmación de naturaleza ideológica, por este signo la conoceréis: no admite excepciones de la regla. O, dicho de otra forma, se rige por un principio absoluto de incondicionalidad.

No importa el contexto ni importan las consecuencias. No importa si su aplicación es posible o si, al hacerlo, ocasiona más problemas de los que soluciona. Su verdad es tan rotunda que podría decirse que no es de este mundo.

Y, en efecto, no lo es.

La verdad ideológica pertenece al reino de las ideas. Pero no a aquel en el que gobiernan las leyes de la lógica, sino a otro mucho más confuso (y convulso) en el que dominan los caprichos de la fe.…  Seguir leyendo »

No es preciso parafrasear a Jonathan Swift para saber que cuando en política surge una personalidad excepcional, sólo cabe esperar que los mediocres se confabulen contra ella. Tal es desde hace tiempo la situación en el PP, que ha desembocado en el único desenlace posible: una conjura de necios.

Afortunadamente, el necio suele ser la principal víctima de sí mismo, de ahí que se pueda afirmar que la guerra en el llamado principal partido de la oposición es lo mejor que podía suceder. Cualquier cosa antes que seguir asistiendo a este recital cotidiano de torpeza.

Una cosa debe quedar clara. Llegados a este punto, no hay otra solución para la supervivencia del Partido Popular que no sea la entronización en el liderazgo de Isabel Díaz Ayuso.…  Seguir leyendo »

Con Vox se está produciendo un fenómeno muy curioso. Personas unánimemente reconocidas por su moderación y sensatez se ven escoradas hacia formas más o menos explícitas de incondicionalismo. El incondicionalismo es casi siempre una prueba de que nos encontramos ante posiciones que obedecen, no a un análisis ponderado de una determinada realidad, sino a un cuerpo de creencias puramente ideológicas. O, dicho de otra forma, a una proyección de fantasmas personales que salen a bailar.

Hace unos días, Arcadi Espada escribía un artículo en el que, a cuenta de sus discrepancias en este asunto con Federico Jiménez Losantos, planteaba una posición cada vez más común entre los representantes de la tercera España (entre los que, por otra parte, me gusta contarme).…  Seguir leyendo »

¿Es lo cutre inevitablemente nuestro destino, que diría un poeta romántico? Así parece pensarlo el casi siempre brillante Alberto Olmos, que en el prólogo de su flamante libro Vidas baratas: elogio de lo cutre, afirma que “en España, el cutrerío es tan importante como la gastronomía o Luis Buñuel”, lo que es, sin duda, perfectamente cierto.

Ahora bien, a partir de ahí, Olmos, que tiene el fino olfato de advertir la perentoria necesidad de un ensayo sobre el tema, se aventura en una reivindicación, entre irónica y apasionada, de la dignidad de lo cutre. “Ser cutre”, nos dice, “está por encima del capitalismo y sus extremos.…  Seguir leyendo »

Estatua de Mary Wollstonecraft en Londres

¿Tenemos miedo los hombres de leer lo que han escrito las mujeres? Podría ser, pero sólo si le hubiéramos dedicado un solo segundo a reflexionar sobre el asunto. Y, sin embargo, es lo que sostiene uno de esos artículos tan cuquis que florecen en las publicaciones aledañas de El País. Titulado interminablemente (una de las consecuencias de lo digital es que está convirtiendo la brevedad en un lujo tan sólo al alcance de los que verdaderamente tiene algo que decir) Escritoras “contra la brecha de autoridad”: por qué los hombres todavía no leen a las mujeres, la autora, basándose en no se sabe qué intuiciones de carácter sobrenatural, se pregunta “¿de qué tienen miedo?”.…  Seguir leyendo »

Una mujer afgana

En uno de los pasajes más celebres de su Historia de la guerra del Peloponeso, nos cuenta Tucídides que, habiendo desembarcado los atenienses en la isla de Melos, encuentran a una comisión de notables que la ciudad había enviado para parlamentar.

Los atenienses, que no sólo tienen el poder y la fuerza necesaria para imponerlo, sino que también quieren dejar constancia de él, revelan desde el principio sus condiciones: “Deseamos vuestra sumisión sin esfuerzo y vuestra salvación con beneficio para ambos”.

A ello, los melios objetan: “¿No aceptaríais que, pacíficamente, fuéramos amigos y no enemigos, sin integrarnos en ninguna alianza?”.…  Seguir leyendo »

Muchas gracias, Antonio Muñoz Molina y Elvira Lindo. Muchas gracias, Almudena Grandes y Luis García Montero. Gracias de todo corazón, Marta Sanz, nunca te estaremos suficientemente agradecidos por la ininteligibilidad de tus artículos. Muchas gracias bardenes del mundo entero.

Sois la luz que nos guía en las tinieblas sin precedentes de estos tiempos oscuros, que han perdido la risa y han perdido el color. Muchas gracias también a vosotros, actroces y actrizas, ¿qué sería de este país sin el ejemplo que nos dais de lo que significa pensar con ideas claras y distintas?

Qué lástima que Descartes no haya podido ver su gran herencia cultural.…  Seguir leyendo »

El imperio de la estupidez

Hay una sensación cada vez mas generalizada de que nunca la presencia de la estupidez ha sido tan apabullante en el mundo. Pareciera, a veces, que se ha apoderado por completo de él.

Miramos el panorama de nuestros dirigentes políticos y no podemos dejar de preguntarnos: ¿cómo hemos podido llegar a esto? Nos adentramos en la prensa, por no hablar de las redes sociales, y, a pesar de haber hecho previamente un acopio de templanza, sabemos que la razón volverá escaldada.

Lo peor, sin embargo, es que no se vislumbran límites en este proceso. Cuando creemos que ya no es posible caer más bajo, aparece algún personaje perfectamente innombrable y nos demuestra que siempre se puede empeorar.…  Seguir leyendo »

Cada año surgen innumerables investigadores que descubren que Martin Heidegger coqueteó con el nazismo, de la misma forma que el policía de Casablanca constataba escandalizado que en el casino en el que él ganaba cada noche, en efecto, se jugaba.

Casi ninguno de estos estudiosos ha aportado ninguna interpretación medianamente interesante sobre su obra. Que Heidegger fue inequívocamente nazi es una de esas obviedades eternamente reservada a los descubridores de mediterráneos, pero no hay nada, en mi opinión, que lo sea menos que su filosofía.

Es decir, el hombre abrevó incuestionablemente en la barbarie, pero otra cosa muy distinta es su pensamiento, por lo demás, una de las cumbres filosóficas del pasado siglo.…  Seguir leyendo »

La ministra de Igualdad, Irene Montero.

Cada vez que el Ministerio de Igualdad se descuelga con una nueva iniciativa se produce una inquietante paradoja. Cuanto más absurda o grotesca sea (y todas lo son en mayor o menor medida), mayor repercusión mediática obtiene.

No es, en absoluto, algo casual o involuntario. En el mundo del arte, dicha metodología es ya un clásico. Los artistas más mediocres o irrelevantes, aquellos que en realidad no tienen nada que decir, recurren sistemáticamente a la provocación como forma de ocultar la ausencia sustancial de cualquier mensaje. Con ello, al tiempo que se suple la evidencia de una carencia de contenidos efectivos, se pueden alcanzar los célebres 15 minutos de gloria a los que, según Andy Warhol, tendría derecho todo el mundo.…  Seguir leyendo »

En un artículo reciente en la columna del periódico en el que habitualmente colabora, un reconocido escritor español denunciaba la progresiva deriva “totalitaria” (el término es suyo) del Hollywood reciente, con sus imposiciones de cuotas en los rodajes, presencia obligatoria de minorías en las tramas de las películas y detalladas instrucciones de uso para el tratamiento correcto de determinadas temáticas socio-políticas. El artículo, cargado de razones, era básicamente una queja y una denuncia, lo que, en cierta forma, es ya un clásico del género.

A partir de cierto momento, el llamado intelectual occidental, sobre todo si procede del campo de la literatura, identifica su función, no con el análisis y la comprensión objetiva de una determinada situación o realidad, sino con la manifestación más o menos subjetiva de un estado de malestar moral.…  Seguir leyendo »

Hace ahora justamente un siglo José Ortega y Gasset escribía lo siguiente: “Por una extraña perversión del instinto encargado de las valoraciones, el pueblo español, desde hace siglos, detesta a todo hombre ejemplar o, cuando menos, está ciego para ver sus cualidades excelentes. Cuando se deja conmover por alguien, se trata, casi invariablemente, de un personaje ruin e inferior que se pone al servicio de los instintos multitudinarios”. ¿Una prueba de que las cosas no han cambiado demasiado? Sigan las trayectorias políticas divergentes de Pablo Iglesias y Cayetana Álvarez de Toledo.

No obstante, la meritofobia no es un problema que afecte solo a nuestro país, como ya se encargara de advertir el propio Ortega (él hablaba de aristofobia), es un fantasma que recorre el mundo.…  Seguir leyendo »

Las anomalías políticas a las que hemos asistido en algunas de nuestras Autonomías han propiciado que el concepto de equidistancia, como forma de posicionarse entre dos opuestos antagónicos, se halle muy desacreditado, tanto desde un punto de vista político como moral.

Si a ello le añadimos el hecho de que vivimos en un país que, ya desde sus orígenes, se desarrolla en términos de cruzada, es decir, de adhesión ciega y militancia, entonces es perfectamente comprensible que las actitudes equidistantes, que implican siempre un cierto grado de prevención y escepticismo, sean contempladas con toda clase de suspicacias. En España, las diferencias entre teología y política siempre han sido muy difusas.…  Seguir leyendo »

¿Existe realmente una brecha generacional en nuestro país? Los últimos estudios demoscópicos así parecen indicarlo, lo que tampoco es tan distinto de lo que estamos contemplando en otros países de nuestro entorno. No hay, una vez más, ninguna excepcionalidad hispánica. Tal vez nuestra única particularidad consista en que dicha cisura afecta, no tanto a los mecanismos o el funcionamiento del sistema, cuanto a las bases mismas en que este se sustenta. La piedra angular a tal respecto la constituye la opinión que a cada uno de los segmentos generacionales implicados le merece el fenómeno histórico de la Transición y sus posteriores desarrollos políticos.…  Seguir leyendo »

Camus y el terrorismo

"¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no”. Pocos ensayos de reflexión filosófica comienzan con la contundencia con la que lo hace El hombre rebelde, de Albert Camus. Y pocos han capturado en una fórmula tan precisa la esencia de su contenido. Imaginemos, por ejemplo, a una directora de instituto en Cataluña que, ante la convocatoria de una consulta ilegal, se niega a someterse a las presiones del poder político. De entre los miles de funcionarios que ostentan ese cargo, solo ella dice no. Como ya demostró Antígona, más de dos mil años atrás, la rebeldía en absoluto es un atributo genérico.…  Seguir leyendo »