Yo acuso a Hamás de genocidio
La masa se muestra delirante. La inmensa mayoría de los hombres presentes llevan la kufiya palestina alrededor del cuello; los cánticos y los saltos hacen bailar las banderas que ondean sobre sus cabezas, animados por la idea de una extraña victoria.
A pocos metros, el ambiente es más bien luctuoso. Las banderas israelíes ondean lentamente siguiendo los pasos agotados de sus respectivos portadores. Los rostros, abatidos. Muchos llevan la foto de un rehén. Desde el 7 de octubre, viven días de dolor.
La víspera, Jean-Luc Mélenchon se felicitaba en X por haber sido invitado a este acto. En calidad de qué, nos preguntamos, pero ahí está, "presente por la paz", en el bando que celebra lo que, para algunos, es el juicio del siglo.… Seguir leyendo »