Ética, política y frutas de temporada
Es cierto que la política, en el mundo real, trata de cómo acceder al poder y mantenerlo, de cómo controlar las instituciones y cómo legitimar retóricamente los mandatos. Pero algunos seguimos creyendo que todo ello debe tener un fin moral, la búsqueda del bien común, la compleja construcción de un interés general que nunca está predefinido, sino que es fruto de la interacción, la escucha mutua y la deliberación de todas las personas e intereses afectados. Por otra parte, la política tampoco puede basarse en la ciega adhesión a unos valores sacrosantos y en su defensa “aunque perezca el mundo”. Como muy bien resaltó Max Weber, la ética de la política exige responsabilidad; y esta responsabilidad demanda equilibrio, prudencia y, como decía Bernard Crick, la conciliación de intereses divergentes dentro de una determinada unidad de gobierno, otorgándoles una cuota de poder proporcional a su importancia para el bienestar y la supervivencia de toda la comunidad.… Seguir leyendo »