Que no hablen por ti
Dwight Eisenhower temió, cuando no había acabado aún la Segunda Guerra Mundial, que los horrores del Holocausto pudieran llegar a ser negados en el futuro. Por ello invitó a los medios de comunicación a documentar las atroces imágenes de los campos de exterminio.
Eisenhower no previó sin embargo un Mahmoud Abbas ni a tantos como él, que han negado el Holocausto por fanatismo o por conveniencia. Quizá previó el hecho, pero no su magnitud.
Porque el Holocausto es la magnitud: su objetivo fue eliminar industrialmente a los judíos. Eisenhower no previó, en definitiva, que las evidencias son prescindibles para quienes pretenden, o bien construir un nuevo relato, o impugnar la historia.… Seguir leyendo »