
Postales del coronavirus #13. Una historia sin moraleja
BUENOS AIRES — Van 25 días de cuarentena. Nunca tuve tantos estados de ánimo tan variables, predecibles, inexplicables, múltiples, disímiles y que se presenten juntos, claramente identificables, uno tras otro, en un mismo día.
Una vez un psiquiatra, de un modo irresponsable, me dijo que yo tenía características bipolares. Pero lo que siento estos días va mucho mas allá. Se podría diagnosticar como un “espectro multipolar”, que va desde la euforia a la depresión, nihilismo, odio a los que acaparan la riqueza, alegría al sentir que todos los días parecen domingo y brotes místicos, solidarios y egoístas.
Me he descubierto a mí mismo escondiendo el helado atrás del pescado en la nevera para que nadie de la casa lo encuentre y comérmelo yo solo cuando me despierto angustiado a las 4 de la madrugada.… Seguir leyendo »