Mario Vargas LLosa (Continuación)

Fíodor Dostoievski vivió en muchas casas y lugares -nunca más de tres años en una misma vivienda- y tuvo siempre la obsesión de que sus pisos estuvieran en una esquina, con ventanas a las dos calles y cerca de una iglesia de modo que pudiera oír las campanas, música que sosegaba su espíritu. La última casa en que vivió, y donde murió en 1881 meses antes de cumplir los 60 años, entre la Perspectiva Kuznechny y la antigua calle Yamskaya, ahora llamada Dostoievski, cumple con todos estos requisitos y, mientras el visitante la recorre, puede oír doblar a las campanas de la vecina iglesia ortodoxa de Vladímir, convocando a los fieles.…  Seguir leyendo »

Cada día es más difícil ser amigo de Israel, salvo para los incondicionales convencidos de que todo lo que hacen las autoridades israelíes es bueno, que todos los palestinos son terroristas y que las críticas a la política de Israel son siempre producto del antisemitismo. Yo sigo siéndolo, pese a la repugnancia que me inspira su Gobierno actual, la intransigencia fanática de sus colonos y los abusos y, a veces, crímenes que Israel comete en los territorios ocupados y en Gaza, o fuera de sus fronteras, como ocurrió hace poco con los nueve muertos y las decenas de heridos de la flotilla de la libertad.…  Seguir leyendo »

La televisión ha sido un extraordinario invento, ya lo sabemos, pero ha sido también un formidable desperdicio, pues, en lugar de contribuir a elevar la cultura y la sensibilidad de todo el mundo, ha banalizado, frivolizado y -me atrevo a decir- aumentado el nivel de imbecilidad en un gran número de seres humanos, a quienes las imágenes de los programas más exitosos de la pequeña pantalla -dechados de vulgaridad, chismografía y amarillismo periodístico- exoneran de preocupaciones, inquietudes espirituales e intelectuales y hasta de la incomodidad de pensar.

Esto se hace sobre todo evidente por contraste, cuando aparece un programa capaz de aprovechar la televisión para enriquecer la información, el conocimiento o el placer de los televidentes de una manera realmente original y creativa.…  Seguir leyendo »

Hace unos días, en el piso A3.1 de un edificio que hace esquina entre la avenida Francisco Prats Ramírez y la calle Núñez de Cáceres del barrio residencial El Millón de Santo Domingo, República Dominicana, se encontró muerto a un octogenario llamado Luis José León Estévez que, según testimonio de los vecinos, vivía solo como un hongo y nunca recibía visitas. A todas luces, había puesto fin a su vida por su propia mano, descerrajándose un disparo en la cabeza. La pistola Colt, calibre 45, estaba junto al cadáver, que yacía de espaldas en una cama simple en la que, para entrar en la muerte con más comodidad, el suicida había colocado dos almohadones bajo su espalda.…  Seguir leyendo »

Cuando la conocí, en el pueblecito aragonés de Calaceite, Pilar Donoso era una niña que protagonizaba con mis hijos las aventuras que inspiraron a su padre, José Donoso, una de sus mejores novelas: Casa de Campo (1978). Y aunque la volví a ver después, en Chile, ya hecha una joven, y luego toda una señora, la imagen que de ella prevalece en mi memoria es la de aquella criatura vivaracha y traviesa que revoloteaba sin tregua por la soberbia casa de piedra de las alturas de Teruel que los Donoso habían decorado con todas sus soberbias excentricidades y neurosis.

Ahora, la Pilarcita ha publicado un libro tan extraño y hermoso como su título, Correr el tupido velo.…  Seguir leyendo »

El intento de prohibir las corridas de toros en Cataluña ha repercutido en medio mundo y, a mí, me ha tenido polemizando en las últimas semanas en tres países en defensa de la fiesta ante enfurecidos detractores de la tauromaquia. La discusión más encendida tuvo lugar en la noche de Santo Domingo -una de esas noches estrelladas, de suave brisa, que desagravian al viajero de la canícula del día-, en el corazón de la Ciudad Colonial, en la terraza de un restaurante desde la que no se veía el vecino mar, pero sí se lo oía.

Alguien tocó el tema y la señora que presidía la mesa y que, hasta entonces, parecía un modelo de gentileza, inteligencia y cultura, se transformó.…  Seguir leyendo »

Emergió entre las ruinas del Palacio Legislativo de Puerto Príncipe como una aparición. Era un caballero de ébano, erecto e impecable, una presencia inverosímil en ese mediodía de calor torrencial, con su traje azul tan bien planchado, su chaleco, su corbata colorada, sus gruesos guantes negros de cuero y lana, su sombrero de fieltro, su bastón con un mapamundi en la empuñadura, su espada flamígera en el costado derecho y su daga sarracena en el izquierdo. En medio de la polvareda, sus zapatos relucían como espejos.

-Soy Jesús de Nazareth -nos dijo en perfecto francés, sin mezclarlo con una palabra de créole-.…  Seguir leyendo »

Hace algún tiempo hubo un pequeño alboroto mediático en España al descubrirse que la Junta de Gobierno de Extremadura, en manos de los socialistas, había organizado, dentro de su plan de educación sexual de los escolares, unos talleres de masturbación para niños y niñas a partir de los 14 años, campaña a la que bautizó, no sin picardía, El placer está en tus manos.

Ante las protestas de algunos contribuyentes de que se invirtiera de este modo el dinero de los impuestos, los voceros de la Junta alegaron que la educación sexual de los niños era indispensable para "prevenir embarazos no deseados" y que, por lo tanto, las clases de masturbación servirían para "evitar males mayores".…  Seguir leyendo »

Mi capacidad de indignación política se embota algo los meses del año que paso en Europa. La razón, supongo, es que vivo allá en países democráticos en los que, no importa los problemas que padezcan, hay un amplio margen de libertad para la crítica, y los medios, los partidos, las instituciones y los individuos suelen protestar con entereza y ruido cuando se suscita un hecho afrentoso y despreciable, sobre todo en el campo político.

En América Latina, en cambio, donde paso tres o cuatro meses al año, aquella capacidad de indignación retorna siempre, con la furia de mi juventud, y me hace vivir en el quién vive, desasosegado y alerta, esperando (y preguntándome de dónde vendrá esta vez) el hecho execrable que, generalmente, pasará inadvertido para el gran número, o merecerá el beneplácito o la indiferencia general.…  Seguir leyendo »

Esta mañana, a la hora del almuerzo, escuché a mi hija Morgana contar los cuentos que les cuenta, a ella y a Stefan, su marido, la compañía de Cable Mágico para justificar su demora en instalarles el sistema de televisión por cable. Les juran que irán esta tarde, mañana, mañana en la tarde, y nunca van. Hartos de tanto cuento, han decidido pasarse a la competencia, Direct TV, a ver si es más puntual.

Lo ocurrido a Stefan y Morgana me ha tenido varias horas recordando la maravillosa historia de "Ventilaciones Rodríguez S.A." que viví y padecí cerca de 12 meses, aquí en Lima, hace la broma de 30 años.…  Seguir leyendo »

Me pasó hace algunos años con Javier Cercas y ahora me acaba de pasar de nuevo con Héctor Abad Faciolince. Cuando leí la extraordinaria novela de aquél, Soldados de Salamina, no sólo me quedó en el cuerpo -bueno, en el espíritu- ese sentimiento de felicidad y gratitud que nos depara siempre la lectura de un hermoso libro, sino, además, una necesidad urgente de conocerlo, estrecharle la mano y agradecérselo en persona. Gracias a Juan Cruz, uno de cuyos méritos es estar inevitablemente donde se lo necesita, no mucho después, en una extraña noche en que Madrid parecía haber quedado desierta y como esperando la aniquilación nuclear, conocí a Cercas, en un restaurante lleno de fantasmas.…  Seguir leyendo »

El triunfo de Piñera

Con Sebastián Piñera en la Presidencia, el desarrollo económico y la democratización de Chile recibirán un fuerte impulso y consolidarán el progreso integral de la sociedad chilena que, desde la caída de la dictadura de Pinochet hace 20 años, es el más profundo que ha conocido América Latina.

Curiosamente, su victoria no es una recusación de Michelle Bachelet. La presidenta de Chile sale del poder con 81% de popularidad, la más alta que haya merecido al dejar el Gobierno un mandatario chileno. Interesante sutileza la del electorado de Chile: premia con su afecto a la primera mujer que llegó a La Moneda y reconoce su honestidad, su empeño en las tareas de gobierno, sus esfuerzos sobre todo para promover a la mujer y superar los prejuicios que frenaban su participación en la vida económica y política.…  Seguir leyendo »

Hace algún tiempo escuché al presidente de México, Felipe Calderón, explicar a un grupo reducido de personas, qué lo llevó hace tres años a declarar la guerra total al narcotráfico, involucrando en ella al Ejército. Esta guerra, feroz, ha dejado ya más de quince mil muertos, incontables heridos y daños materiales enormes.

El panorama que el presidente Calderón trazó era espeluznante. Los cárteles se habían infiltrado como una hidra en todos los organismos del Estado y los sofocaban, corrompían, paralizaban o los ponían a su servicio. Contaban para ello con una formidable maquinaria económica, que les permitía pagar a funcionarios, policías y políticos mejores salarios que la administración pública, y una infraestructura de terror capaz de liquidar a cualquiera, no importa cuán protegido estuviera.…  Seguir leyendo »

Mi amiga Kathrin Holzach, alemana de nacimiento, argentina de adopción y ciudadana del mundo, me envía desde Nairobi una historia que me ha conmovido hasta los huesos. Ocurrió tal como la cuento, sigue ocurriendo todavía y parece uno de esos relatos navideños que se cuentan en las familias para que aleccionen a los niños y los induzcan a ser buenos, obedientes y felices.

Hace pocos años, a fines de diciembre de 2004, el litoral de Kenia padeció un maremoto que devastó vidas y haciendas, destruyó aldeas y bosques y causó grandes perjuicios económicos al país africano. Una de sus víctimas fue un muy joven hipopótamo de pocos meses de edad y 300 kilos de peso llamado Owen al que las aguas desbordadas arrastraron a lo largo del río Sabaki hasta precipitarlo en el Océano Índico, de donde las olas encrespadas y las corrientes enloquecidas por el huracán lo devolvieron al continente, dejándolo varado y sin duda aterrado y exhausto en las afueras de Mombasa.…  Seguir leyendo »

Claudio Magris está en Lima y se presta sin desánimo a las servidumbres de la fama: entrevistas, conferencias, autógrafos, doctorados honoris causa. Tanto en sus presentaciones públicas como en sus respuestas a los periodistas que lo acosan evita los lugares comunes, no hace concesiones a la galería ni a la corrección política y se esfuerza de manera denodada para no sacrificar la complejidad y el matiz cada vez que habla de política. Todo lo que ha dicho sobre Berlusconi, la situación en Italia, el problema de la inmigración, las tendencias xenófobas y racistas y el temor al integrismo islámico en la Europa de nuestros días es de una rigurosa lucidez, como suelen serlo sus ensayos y artículos.…  Seguir leyendo »

El Grupo Socialista ha presentado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley destinada a desagraviar a los descendientes actuales de los moriscos expulsados de España hace 400 años, en 1609. Los ponentes precisan que no se trata de ofrecer reparaciones económicas a los herederos de aquellas víctimas por los perjuicios de toda índole que padecieron sus antepasados, sino de un gesto simbólico y moral, algo así como una autocrítica pública del Estado español sobre un error histórico cometido hace cuatro siglos. La iniciativa tiene una apariencia bienintencionada y progresista que, en principio, sólo un cavernario retrógrado podría objetar.…  Seguir leyendo »

En la Kunsthaus de Zúrich, uno de los principales museos de Europa, se acaba de rendir un homenaje a Ernst Keller, alguien que se hubiera sentido muy incómodo y fuera de lugar oyendo tantos elogios de su persona y en medio de semejante despliegue social y relumbrón. Era en eso muy suizo: discreto, tímido, frugal y como empeñado en alcanzar siempre el ideal de la invisibilidad. Pero fue toda su vida un trabajador incansable y una rara avis en el mundo de hombres de negocios y empresarios en el que gran parte de su vida transcurrió.

No al principio, pues nació en una familia humilde y obrera, origen del que estaba orgulloso.…  Seguir leyendo »

Hay muchas formas de definir el erotismo, pero tal vez la principal sea llamarlo la desanimalización del amor físico, su conversión, a lo largo del tiempo y gracias al progreso de la libertad y la influencia de la cultura y las artes en la vida privada, de mera satisfacción de una pulsión instintiva en un quehacer creativo y compartido que prolonga y sublima el placer físico rodeándolo de rituales y refinamientos que llegan a convertirlo en obra de arte.

Tal vez en ninguna otra actividad se haya ido estableciendo una frontera tan evidente entre lo animal y lo humano como en el dominio del sexo, diferencia que, en un principio, en la noche de los tiempos, no existía y confundía a ambos en un acoplamiento carnal sin misterio, sin gracia, sin sutileza y sin amor.…  Seguir leyendo »

El cineasta Roman Polanski fue detenido en Zúrich, durante un Festival de Cine que le rendía un homenaje, por la policía suiza, a pedido de la justicia de Estados Unidos, debido a una violación cometida en 1977 (hace 32 años) en Hollywood, delito que el propio Polanski reconoció, antes de fugarse de California en pleno proceso cuando el tribunal que lo juzgaba aún no había pronunciado sentencia. Ahora, mientras espera que Suiza decida si acepta el pedido de extradición, se multiplican las protestas de cineastas, actores, actrices, intelectuales y escritores de Europa y América por el "atropello", exigiendo su liberación. La moral de la historia es clara: emboscar, emborrachar, drogar y violar a una niña de 13 años, que es lo que hizo Polanski con su víctima, Samantha Geimer, a la que atrajo a la casa deshabitada de Jack Nicholson con el pretexto de fotografiarla, es tolerable si quien comete el desafuero no es un hombrecillo del montón sino un creador de probado talento (Polanski lo es, sin la menor duda).…  Seguir leyendo »

El castillo de Galgorm, en Ballymena, en el condado de Antrim (Irlanda del Norte) fue construido en la primera mitad del siglo XVII por el doctor Alexander Colville, un doctor no en medicina sino en "divinidades", es decir teología, a quien, como se hizo rico de la noche a la mañana, sus contemporáneos sospechaban de haber hecho pacto con el diablo y practicar las artes mágicas. Un retrato suyo orna todavía la entrada del castillo y el actual dueño del lugar, Christopher Brooke, dice que nadie se ha atrevido a sacarlo de allí porque, según una enraizada creencia, quien ose hacerlo morirá en el acto.…  Seguir leyendo »