El relativismo imperante
Vivimos una extraña época en la que como signo de excelencia no se ha encontrado mejor fórmula que la frase «que te cagas». Me temo que identificar a las heces con lo superlativo sea una imagen fiel del ambiente cultural de nuestro tiempo. El modo de hablar y el de vestir componen junto con manifestaciones de más altura, como las artes, la literatura o la arquitectura, una muestra de la manera de pensar de los hombres e incluso llegan a representar el carácter de los pueblos: recordemos el monasterio del Escorial como símbolo del momento álgido de la grandeza de España en comparación con el palacio de Versalles para una situación similar en Francia.… Seguir leyendo »