La deriva de la UE
Algo falla en el puente de mando europeo cuando el hecho de que el Reino Unido haya decidido dejar la UE se llega a considerar como un acontecimiento afortunado que permitirá dar un nuevo impulso al proyecto común. Ni Rusia, ni Turquía, ni la bomba demográfica norteafricana, ni el derrumbe demográfico europeo, ni el populismo, ni la falta de crecimiento, ni la tentación aislacionista de EEUU, ni eso que Ortega denominó la "sacudida del gran magma islámico" han servido para que la Unión Europea se decida a hacerse cargo de su propio destino en la última década. Pero, al parecer, lo de Londres sí ofrece expectativas inmejorables.… Seguir leyendo »