Miguel de Oriol e Ybarra

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Ovaciones académicas a dos excepcionales astros de la humildad: el Rey símbolo de la España viva sin fin; el músico vasco que regaló su armonía hispánica a un mundo sin fronteras. El Rey que no pretende: es. El músico enseña el alma que se oye y no se ve.

Hazañas culminadas en una época dominada por la pretenciosa y despectiva prepotencia de figurones bancarios, deportistas, políticos y comentaristas de la comunicación.

Hay quienes, aunque ancianos, mantienen sus facultades comunicativas tanto oratorias como auditivas; no es mi caso. Ni siquiera los audífonos más recientes resuelven mi problema pasivo; la sordera. Pero ocurre que, de vez en cuando, debo brindar en honor de alguien.…  Seguir leyendo »

Estaba viendo un partido de fútbol, Real Madrid-Barcelona, y pensaba en la memez de nuestra época: 22 bigardos luchando por meter un balón en cualquiera de las dos porterías enfrentadas e igualmente trasdosadas por redes receptoras; observados por cien mil espectadores a pie de obra y algunos millones a través de la televisión.

¡Semejante pérdida de tiempo, fruto de la insensatez contemporánea!

Hasta que algo, dentro de mí, me contradijo: «Fíjate en que cuando juega el Barcelona gozas más –soy madridista– que cuando juegan los tuyos». Y es que aquellos tienen un ritmo y una armonía virtuosa que convierte su juego en un concierto de habilidades de singular compás y belleza; Messi e Iniesta.…  Seguir leyendo »

Por eso seguimos aquí. Las que nos cuidan hacen méritos que les serán retribuidos. Nosotros, los viejos, sentimos naturalmente la verdad; no demostrable si no se la ha vivido. Y la contamos. Ya no nos jugamos nada. Así que ni siquiera arriesgamos.

No esperamos algo. Sólo queremos que nos oigan. La naturaleza es así. Nos utiliza como transmisores de realidades y sutilezas abstrusas. Obedientes, tendemos a dar la lección. Y, claro, resultamos pasados y pesados.

Pero los nietos jóvenes, sedientos del saber del que andan escasos nos escuchan; los que no, yerran más y se la dan.

El mundo de hoy pende de las tecnologías y desoye las humanidades que nos mostraron conocimientos madurados extraídos de la naturaleza: las ciervas galopando en familia con sus gabatas; las cochinas con su prole; las aves en su nido hasta que los pollos vuelan; las mujeres guapas que todos por igual distinguen: su belleza no es de serie.…  Seguir leyendo »

Desde siempre los seres vivos e incluso los inertes que nos rodean se dirigen o son dirigidos hacia su destino: las tierras todas, como los mares, se mineralizan para ser alimento de yerbas, plantas, vegetales y árboles que, a su vez, regalan sus cuerpos y frutos al placer del rey de la naturaleza. Todas las especies en la escala gradual del universo cumplen y aceptan su instinto servidor; qué remedio tienen.

Pero el hombre debe trascender de la materia para rendir su culto al Ser infinitamente superior. Así que, desde que recibió el don de la palabra, reza y se comporta para bien o para mal en homenaje u ofensa a Aquel, el Gran Autor que nos creó a «su imagen y semejanza».…  Seguir leyendo »

Hay conceptos indefinibles cuya calificación precisa forma parte del juicio variable de los opinantes. Pero existen acuerdos comunes a la gran mayoría de los interesados. A nadie se le ocurre poner en duda la belleza de «La Perla» de Botticelli, de la «Venus del Espejo» de Velázquez o la de Ava Gardner gloriosa en su momento.

Tanto «La Perla» como Ava nos dejaban gozar, además de su figura, de su expresión facial, de su mirada. Y es ahí donde reside el mayor misterio. La Venus de don Diego nos regala la proporción de su cuerpo modélico; no nos afronta, sólo establece un canon corporal inspirador y sugerente, nada menos.…  Seguir leyendo »

Coloquio Universal

Tengo un nieto estudiando en Australia al que hablo con el móvil como si estuviera en casa. Leo a Karl R. Popper, quien me pone al día el pensamiento de Pericles, Sócrates, Platón, Aristóteles. Una cosa queda clara: los sabios de aquella época –cuatro o cinco siglos antes de Cristo– eran tan listos como los más listos de nuestro tiempo; así que, desde mi osada y anciana estulticia, asumidas las distancias de lugar y tiempo, me lanzo a opinar. Sintetizo despreocupado: sigo creyendo, junto al inteligente ayer, en el mañana y me permito aconsejar –seré cara– a quienes pasan de la esperanza, que se sientan en gracia: la paz está al caer, la oigo llegar.…  Seguir leyendo »

La Gran Vía. Dolor de corazón, propósito de enmienda

Madrid, imán central en la Meseta interior de Hispania, es lugar de encuentro de quienes se acercan desde todas las orientaciones atraídos, además, por sus cuatro siglos y medio de capitalidad. Facultad que debería ser apoyada para impulsar y distribuir la vida a sus alrededores, incluso distantes, dada su capacidad de convocatoria, su templanza y empatía. Su comunidad lidera (2014) la recuperación con un crecimiento del 1,6%, cuatro décimas más de lo que hizo España. Su autonomía se revela como motor de la economía nacional.

El clima afable, su adehesado paisaje preserrano (Viñuelas, El Pardo, Monte de París, Monte del Pilar, Escorzonera, Venta de la Rubia) y la abundancia de aguas subterráneas, no fluviales –el Manzanares siempre fue «aprendiz de río»– detuvieron la provisionalidad centenaria de una capital itinerante según reconquistaba.…  Seguir leyendo »

Pot pourri con Cézanne

Siempre me sentí intrigado por el valor de mercado del arte. En aquellos lejanos tiempos –hace 60 años– era necesario el paso por un examen doble –encajado y mancha– de dibujo, para, junto a otras asignaturas, matemáticas y geometría, ingresar en la carrera de Arquitectura. Nos presentábamos más de mil y al final aprobaban no más de quince, que entre las dos convocatorias, junio y septiembre, sumaban con los insistentes los cincuenta alumnos por curso. Muchas horas dedicadas al dibujo figurativo educaban la sensibilidad visual que pasaba a descubrir misterios anteriormente ni imaginados.

A lo largo de estos años, el arte ha evolucionado –su proceso venía de lejos– hacia un futuro inexplicable del que la humanidad interesada está a la espera.…  Seguir leyendo »

Un hombre a pie es, como ciudadano, más importante que otro que va en automóvil. Ve y siente todo aquello de lo que el otro pasa. Pero ambos quieren que su ciudad sea atractiva, disfrutar de ella como escenario invitador en el que están prestos a vivir, a actuar.

Y la atracción cívica máxima es la que se ha ido acrisolando año a año; lo que ocurre normalmente en su «Centro». Al que se debe llegar fácilmente y en el que cualquiera ha de sentirse cómodo y orgulloso para que aflore lo mejor de sí mismo: alegría, esperanza, acción y, después, nostalgia, evocación, recuerdo.…  Seguir leyendo »

Hace unos años murió el padre de un gran amigo mío, judío casado con cristiana, también muy cercana. Fui, con mi mujer, a la sinagoga para despedirle, con las pertinentes oraciones al Altísimo. Tanto para la pareja amiga como para nosotros, El Gran Dios era El Mismo; El Único.

Moisés bajó del Sinaí hace unos 3.200 años, con las Tablas de la Ley que, aunque se enfadara al ver a sus gentes adorando a un toro y las rompiera, sirvieron para establecer los Mandamientos de la ley de Dios tan suyos como nuestros.

Los cristianos tenemos el Mesías que esperábamos; ellos creen que vendrá pero ésta disidencia no debería distanciarnos: La Gran Voz del Sinaí nos aúna.…  Seguir leyendo »

En mi niñez, las familias ilustradas consideraban imprescindible una formación musical complementaria. De chavales, afincados en Neguri, nos musicaron culturalmente en el conservatorio y popularmente con los Bocheros (Bocho): así aprendimos a fundir las voces –éramos seis, pero sólo cantábamos los tres mayores– en dúo para hacerlas sonar como una, salvo cuando el tenor vibraba en su jota: «Las golondrinas cantaaaban, a las orillas del Aaaarga (bis), y en sus trinos repetíaaan, qué hermooosa tieeerra es mi Navarraaaa». Oíamos al ochote, ocho voces empastadas sin más instrumento que la garganta: ahí es nada cuando se entregaban en el «Boga boga mariñelá…».…  Seguir leyendo »

Resulta disparatado que me dedique a pontificar apoyado en lo que siento sin saber «de la misa la media». Pero es que casi nadie enseña y confiesa lo que le sale de dentro, cuando a mi alma, ya de vuelta, le encanta soltar lo que piensa.

Así que insisto sobre el desnudo de cuyo destape ya prediqué. Está claro que el deseo erótico invade al hombre si le gusta lo que ve; que la sugerencia atisbada de un torso femenino anima a la imaginación, y, con ella, a la acción; que el descaro impúdico puede, en vez, constreñir, incluso apagar, la pasión; que la alegría facial, respuesta de ella al piropo, al halago, a la súbita admiración encandila más, mucho más, que la palabra; y que el pudor real es un tesoro memorable que tristemente ha pasado a la historia.…  Seguir leyendo »

La Comunidad de Madrid ha sufrido 2.500 manifestaciones en 2012; y cada día, 7 de ellas en el Centro; lo cual supone, sumadas las huelgas, una pérdida de 1.748 millones de euros a la Comunidad y una reducción de 23.780 puestos de trabajo (Ignacio González); y, en estas cifras, no se contabilizan los retrasos irritantes vividos por los conductores, incapaces de llegar con puntualidad a sus destinos. Los ministerios, ayuntamientos y presidencias principales, destinatarios de las quejas multitudinarias, se sitúan, lógicamente, a la vera de las vías principales, Gran Vía, Alcalá, Cibeles, Neptuno, Castellana y Paseo del Prado. El colapso circulatorio consecuente, especialmente en dicho centro, elegido por los manifestantes para, además de hacerse ver y oír, molestar al máximo, castiga a nuestra capital con el descrédito de su habitabilidad y el desmerecimiento de su prestigio.…  Seguir leyendo »

Europa está en horas bajas: se aleja de la fe que la situó como líder pensante del universo-Tierra. El cristianismo heredó, allá por el siglo IV, el testigo, hasta entonces culturizador, del decadente Imperio Romano. Su mensaje dirigía la vocación del hombre hacia una eternidad presidida por el Ser Supremo. Tras más de 1.300 años, aquella luz se ve desplazada por un laicismo ateo, intencionadamente iconoclasta y de metas circunscritas a lo terrestre.

Si al Gran Dios se le adornaba de todas las virtudes imaginables elevadas a potencia infinita y se le suponía a altura inalcanzable, incluso para los aspirantes más cualificados, los trepadores actuales (sin otro mérito considerable —habitualmente— que el de su codicia) se arriman desaforados a la más alta cumbre del «mercado», ídolo actual como sustituto del Supremo.…  Seguir leyendo »

La mayoría de los arquitectos están «parados». Hemos sembrado muchos proyectos a lo largo de estos últimos tres años que, a la ingenua e insensata espera de su fructificación en un deseable futuro, impiden el cierre de nuestros «estudios».

El caso es que algunos dedicamos esta indesmayable actitud, en el creciente tiempo libre, a dibujar «al carbón» como lo hacíamos en aquella época lejana del ingreso en la Escuela Superior.

He vuelto a disfrutar retratando a mis gentes, mayoritariamente jóvenes, y amigos. Reducidas las facultades y con herramientas y materiales inferiores a los de entonces, me he probado a gusto, recuperado impresiones que estaban, en el ayer cercano, adormecidas y reparado en otras que parecen sugerentes.…  Seguir leyendo »

La Península Ibérica tiene una singular configuración poligonal casi geométrica delimitada por el océano Atlántico, el mar Mediterráneo y la cordillera pirenaica. Sus componentes nacionales, España y Portugal, de historias paralelas, muestran un progresivo acercamiento que acentúa el valor gravitatorio de Madrid como capital.

Sus ganglios nerviosos, agrupaciones de cuerpos neuronales, vivificantes y ordenadores están estratégicamente situados: al norte Bilbao, al noroeste Santiago, al nordeste Barcelona, al oeste Lisboa, al este Valencia, al sur Sevilla, al suroeste Huelva y al sureste Granada. Cada uno con historia de capital pluricentenaria.

El corazón y cerebro rector, palpitante en particular crecimiento, es Madrid. Que, a su vez, ubica, en sus orientaciones solares, nucléolos determinantes: al norte El Escorial respaldado por Ávila y Segovia; al este Guadalajara en compañía de Alcalá; al sur, Toledo con la Corte de Aranjuez; al oeste sin encontrar capital hasta alcanzar a más de 200 kilómetros Trujillo y Cáceres.…  Seguir leyendo »

Nosotros, los viejos, nos fiamos cada vez menos de quienes hablan bien de todo el mundo. Enseguida suponemos que están trepando, casi siempre en el mercado político, aunque todavía nos repugnan más —no es fácil— si los aludidos, pelotas de profesión, están sobando al entorno de su presidente empresarial.

Todo ser humano tiene criterios éticos y profesionales con los que califica a sus conocidos. Juicio positivo o negativo que contribuye a la salud de nuestra sociedad en evolución constante. Tanto las críticas correctivas como las laudatorias suman si son auténticas. Y restan si solo adulan.

Los expertos en el «sobo» son perdonables si están en la pubertad o en edad que apuesta por su incorporación al juego vital.…  Seguir leyendo »

Hubo una época, desde el principio de los tiempos hasta hace poco, en la que había muchos más niños que viejos. Y en proporción decreciente, se contabilizaban jóvenes, maduros en plenitud, ancianos y venerables. La democracia, teóricamente antigua, florece en el siglo XX, a lo largo del cual se pueblan las ciudades. A finales del XIX, el 90 por ciento de la población mundial vivía en el campo. Hoy, el 90 por ciento del mundo desarrollado es urbano. Las familias numerosas, habituales en el pasado, desaparecen en el entorno cívico. La ola de progresía aboga por el control de la natalidad y del crecimiento, en todos los órdenes, y visualiza un horizonte abarrotado por lo que multitud de especies animales y vegetales deben ser protegidas para no ser añoradas.…  Seguir leyendo »

En la primera mitad del siglo XX había bastantes hogares con oratorio particular, en los que se celebraba la misa a diario. Asistía toda la familia. A partir del desayuno posterior, tempranero, bendecida la mesa por el patrón, cada uno se dirigía a su destino profesional, colegial o universitario.

Todos los asistentes, distintas generaciones concurrentes, habían recibido una acendrada formación católica: el bachillerato en el colegio, regentado por religiosos, y la carrera en la ciudad universitaria o en determinada escuela especial.

La tranquilidad del ambiente casero durante el período infantil y su indiscutida fe se arraigaban en las aulas colegiales.

La iniciación universitaria despertaba las primeras sorpresas; el joven, que quería estar «a todas», comenzaba a cuestionarse las dogmatizaciones espontáneamente recibidas.…  Seguir leyendo »

En el extremo suroeste de Europa se sitúa Iberia, su península terminal. Limitada al suroeste y al norte por el Atlántico (3.160 Km) y el Pirineo, al este y al sur por el Mediterráneo (2.618 Km). Su superficie, 583.000 Km, incluida Lusitania (sin contar las islas), se extiende en planta, pareja a la piel de un toro, proporcionada y orgullosa para exhibir su variedad singular. Sus paisajes, calidades de tierra, luz del cielo, distintos climas, corrientes y subsuelos acuosos, ríos para enriquecer todas sus regiones, la convierten en la Finca soñada. Como cualquiera que se precie cuenta, además, con su puñetero enclave —Gibraltar— desde 1704.…  Seguir leyendo »