Miguel Marín

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Estamos en guerra. De hecho, seguimos en guerra. Lo estamos desde marzo de 2020. Más de 100.000 bajas, una recesión económica en 2020 sin precedentes en la historia y un enemigo implacable que ha socavado desde entonces nuestros fundamentos de convivencia así lo atestiguan. Ahora hemos cambiado de enemigo. O, mejor dicho, hemos añadido a Putin, si tenemos en cuenta que el Covid-19 sigue matando a cientos de personas al día en nuestro país y que la economía aún no ha recuperado los niveles de renta del año 2019. Las guerras nunca son cortas para los que las sufren directamente, y mucho menos lo son sus consecuencias, que suelen ser mucho más vastas en cuanto a su alcance y a su duración en el tiempo.…  Seguir leyendo »

Criticar el proceso de transición energética hacia la plena descarbonización de la economía es un ejercicio de alto riesgo. Básicamente porque el objetivo final, nada menos que la reducción del crecimiento de la temperatura del planeta para evitar un apocalipsis garantizado, es tan loable, tan compartido y tan perentorio que el cuestionamiento de cualquier parte del proceso diseñado, y en cierto modo impuesto, se tiende a interpretar como una enmienda encubierta a la totalidad del reto, quedando así el crítico a merced de los inmisericordes ecologistas que, ya sea en política o en la sociedad civil, suelen ser relativamente sectarios cuando se trata de admitir nuevos y sensatos adeptos a la causa.…  Seguir leyendo »

Es frecuente, cuando hablamos en términos económicos, pensar que el corto y el largo plazo son horizontes meramente temporales e inconexos, lo que de forma habitual, en política, conduce a concentrarse en el día a día y posponer decisiones estructurales bajo el argumento de que ya habrá tiempo para resolver los problemas de futuro.

En parte, esto tiene que ver con la creencia de que después de la tormenta siempre viene la calma, lo que trasladado al momento actual se traduce en que después de los severos golpes que nos está propinando esta crisis vendrá naturalmente un período de expansión que compensará las estrecheces actuales.…  Seguir leyendo »

Hay una certeza estadística incuestionable, caminamos irremisiblemente y por fortuna hacia sociedades más longevas.

Por causas de sobra conocidas, en España, como en el resto de los países desarrollados y en muchos de los emergentes, cada vez vivimos más años. Habitualmente este hecho se combina con la reducida y decreciente tasa de natalidad en estos países para poner sobre la mesa los efectos del envejecimiento de la población que, también habitualmente, se suelen centrar en aspectos financieros relacionados con la sostenibilidad de los sistemas de bienestar y de pensiones.

Este documento no habla del envejecimiento demográfico. Tampoco lo hace del futuro de las pensiones en España o, al menos, no directamente.…  Seguir leyendo »

«Hoy tenemos el deber de ofrecer un horizonte de esperanza a los jóvenes. Es, yo diría, nuestra mayor responsabilidad». Son palabras de Pedro Sánchez a finales de septiembre pasado en un evento ante líderes mundiales en el marco del 75 aniversario de las Naciones Unidas. Acto seguido alentaba a los miembros de la ONU a «tomar medidas para no condenar a las nuevas generaciones, por primera vez en dos siglos, a un mundo peor, más injusto, más desesperanzado, a un futuro de resignación sin alternativas».

Y en parte es cierto. Hasta la crisis de 2008, en España, cada generación, al menos en lo que se refería a las condiciones laborales, mejoraba a la anterior en términos de ingresos anuales, lo que se debía tanto a la mejora educativa, partiendo desde niveles muy bajos, como a la mejora de los ingresos laborales de los colectivos con menor nivel de formación.…  Seguir leyendo »

Hoy día asistimos a una explosión de la preocupación por la desigualdad. Este fenómeno, muy presente en los ámbitos académico y mediático de los últimos años, ha acabado filtrándose al mundo político y lo ha hecho como renovada munición del tradicional debate entre la izquierda y la derecha política.

La desigualdad es un concepto tremendamente complejo que lleva estudiándose en la literatura económica desde principios del siglo XIX. Complejo porque responde a numerosas causas y provoca diversos efectos. Así, parece evidente que no es lo mismo la desigualdad resultante de los distintos niveles de talento, mérito, capacidad o aversión al riesgo que atesoran las personas que la derivada de otras razones.…  Seguir leyendo »

La desigualdad es un concepto muy complejo. Desde luego, mucho más de lo que transmiten las interpretaciones simplistas que proliferan últimamente en España de parte de aquellos que pretenden utilizar la desigualdad como una nueva palanca para buscar el antagonismo social. Para empezar, la desigualdad es un fenómeno a escala mundial que se ve afectado críticamente por la globalización y el cambio tecnológico. Un fenómeno con orígenes y consecuencias diversas en países económicamente emergentes y desarrollados y, dentro de cada una de estas categorías, que depende, a su vez, de los sistemas institucionales de los que se hayan dotado esos países.…  Seguir leyendo »

Este libro nace de la voluntad de la Fundación FAES de compadecer activamente en los grandes debates políticos, sociales y económicos, y este de la desigualdad nos afecta especialmente como sociedad. Implica fenómemos como la globalización, el cambio tecnológico, la evolución demográfica, el modelo de Estado de bienestar, su sostenibilidad y su rendimiento; implica al modelo educativo y a la estructura del mercado laboral; implica a la calidad institucional de nuestro país y a la apertura de la sociedad a la movilidad y a las oportunidades.

Por ello, partimos de la complejidad del problema sin aceptar explicaciones simplistas, sesgadas hacia los discursos que busquen el antagonismo social.Por…  Seguir leyendo »