El divorcio de terciopelo de la República Checa y Eslovaquia
Hace 30 años, estuve en Praga y Bratislava para cubrir en los medios el “divorcio de terciopelo” entre la República Checa y Eslovaquia. Bratislava celebraba en las plazas su separación de Chequia, a pesar de estar a 15 grados bajo cero. Las calles nevadas de Praga, en cambio, estaban desiertas. Los checos no tenían ninguna razón para celebrar y se quedaron en casa reflexionando sobre la disolución del país. Mientras el mundo admiraba ese divorcio pacífico, que tanto contrastaba con la guerra que en el mismo momento desencadenaban los políticos nacionalistas serbios en la antigua Yugoslavia, muchos checos suspiraban, melancólicos: “Si quieren irse, que se vayan”.… Seguir leyendo »