La COVID-19 aclara el desafío climático
La crisis por la COVID-19 ha puesto de relieve la fragilidad del orden mundial. Los gobiernos procuraron limitar la difusión del virus a través de confinamientos y restricciones a los viajes, que estancaron economías y crearon una recesión global. Los países más pobres, sin los recursos y resiliencia para mitigar la pandemia, serán los más afectados. Como ocurre con el cambio climático, la COVID-19 exacerbará las desigualdades mundiales.
Ese paralelismo ofrece valiosas lecciones. Igual que los cambios en los patrones climáticos y la pérdida de ecosistemas intactos y biodiversidad, la COVID-19 es un multiplicador de amenazas. De la misma manera en que los responsables de las políticas se ocupan de los efectos de corto plazo de los gases de efecto invernadero y los combustibles fósiles, los gobiernos se han dedicado apresuradamente a las consecuencias sanitarias y económicas inmediatas del virus, mientras pasan por alto riesgos de mayor alcance para la seguridad.… Seguir leyendo »