Negociación, derrota o colapso
Las guerras acaban con una negociación. Es un mantra que se oye mucho últimamente. No es completamente cierto. Algunas acaban con el aplastamiento y colapso del enemigo: las condiciones de paz las dicta entonces el contendiente vencedor, que persigue a los dirigentes del combatiente derrotado, y si puede los castiga. No hay que rebanarse mucho los sesos ni ir muy lejos para encontrar ejemplos.
Pero no deja de ser cierto que algunas guerras acaban cuando los dos contendientes se sientan a negociar. Algunos piensan que esto sucede cuando triunfan los esfuerzos diplomáticos encaminados a lograr que los bandos escuchen ofertas y se muestren abiertos a arreglos mutuamente satisfactorios.… Seguir leyendo »