Pedro González-Trevijano (Continuación)

Se señala, y es verdad, la insustituible labor de Don Juan Carlos en el desmantelamiento de las asfixiantes estructuras franquistas y su decidido impulso -denominado justamente el «motor del cambio»- a la Transición política. Se afirma, y es cierto, su escrupuloso cumplimiento de las competencias asignadas en una Monarquía parlamentaria vertebradora del régimen constitucional instaurado en 1978. Pero no podemos ni debemos desconocer el relevantísimo quehacer de Doña Sofía, siempre al lado de Don Juan Carlos. No se puede comprender la Presidencia de George Washington sin su esposa, Martha Dandridge Custis. No se puede comprender tampoco el Reinado de Don Juan Carlos sin la presencia de Doña Sofía.…  Seguir leyendo »

El Pleno del Tribunal Constitucional ha declarado por unanimidad la inconstitucionalidad y consiguiente nulidad de la Ley del Parlamento vasco 9/2008, de 27 de junio, de convocatoria y regulación de una consulta popular al objeto de recabar la opinión ciudadana en la Comunidad Autónoma del País Vasco sobre la apertura de un proceso de negociación para alcanzar la paz y la normalización política. Una Sentencia ejemplar por dos razones. La primera, por lo que dice, por cómo lo dice y por el momento en que lo dice. Y, la segunda, en lo que adelanta como clarificador juicio de constitucionalidad de una pléyade de conceptos político-constitucionales sobre los que se han propugnado interesadas interpretaciones, y hasta sobre los que los cercanos procesos de reforma estatutaria (especialmente Cataluña) se han pronunciado muy discutiblemente.…  Seguir leyendo »

Durante el mes de junio de 1976 -son las ventajas de firmar y fechar los libros- devoré una novela del escritor Thomas E. Gaddis titulada El hombre de Alcatraz. La obra narraba la historia de Robert Stroud -después interpretada en el cine por un soberbio Burt Lancaster-, condenado a perpetuidad por matar al hombre que maltrataba a la mujer que amaba. Stroud fallecía en 1963 ¡tras una reclusión de cincuenta y cuatro años! en las penitenciarias de Mc Neil, Leavenworth y Alcatraz desde 1909. En dicho momento Howard Taft ocupaba la Presidencia de los Estados Unidos, no se había producido el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, en Rusia gobernaba el zar Alejandro II y el Titanic no se había flotado.…  Seguir leyendo »

La cantinela nacionalista no tiene límite en sus megalómanas aspiraciones soberanistas, ni conoce restricciones en sus vías de espuria ejecución. Quizás la naturaleza de las pretensiones del nacionalismo actual le imposibilita poner límite político y constitucional a las reclamaciones de infinito autogobierno. La mejor prueba es la triste contumacia del Lehendakari en empeñarse en alucinógenas pesadillas de conformación de estatalidad. A tal fin, ahora tocaría la propuesta del «derecho del pueblo vasco a decidir» el próximo 25 de octubre que recoge la Ley 9/2008, de 27 de junio, del Parlamento vasco. Nada verdaderamente novedoso -recuerden el Plan Ibarretxe de 2004-, pero jurídica y políticamente inabordable en nuestro régimen constitucional.…  Seguir leyendo »

La noticia más sobresaliente de los últimos días es la presentación del Manifiesto por la Lengua Común en el Ateneo de Madrid. Una acción avalada por una pléyade de destacados intelectuales de las más variadas ramas del conocimiento. Una pertinente proclama en defensa del derecho de todo español al uso del castellano como lengua común. Un ejemplo de lo que se echa en falta en esta languideciente España constitucional: la participación decidida de una diletante sociedad civil y un compromiso comprometido de sus intelectuales, al que se han ido adhiriendo, paulatina pero imparablemente, personas de toda condición. Por más que, como era tristemente previsible, lo que debía ser una «política de Estado», ha terminado, por razones partidistas, por politizarse.…  Seguir leyendo »

Los pueblos forjan su historia -el «misterioso taller de Dios» de Goethe- sobre ciertas fechas emblemáticas. Y así, Filadelfia conoce por fin, un 4 de julio de 1776, en su Independence Hall, las últimas revisiones del texto de la Declaración de Independencia de la pluma de Thomas Jefferson; una ciudad consciente, como reseñaría Benjamín Franklin, de la necesidad de permanecer todos unidos («hang together»): «Sí, tenemos que, de hecho, todos permanecer juntos, o casi con total certeza, todos vamos a colgar por separado». Un París convulsionado festeja la Toma de la Bastilla mal defendida por un incompetente Conde Launay, a las cinco y media de la tarde de un 14 de julio de 1789, y entreabre la puerta, con la liberación de sus siete reclusos, a una época más allá de los estertores del Ancien Régime: Liberté, Égalité y Fraternité serán sus divisas callejeras.…  Seguir leyendo »

El Emperador Carlos V en Las Instrucciones de Palamós, de 4 de mayo de 1543, daba los siguientes consejos al entonces Príncipe Felipe: «Habréis de ser, hijo, en todo muy templado y moderado. Guardaos de ser furioso, y con la furia nunca ejecutéis nada. Sé afable y humilde. Guardaos de seguir consejos de mozos, ni de creer los malos de los viejos».

Pues bien, en un contexto histórico y constitucional incuestionablemente diferente, pero con el mismo ánimo de aconsejar el mejor hacer del Heredero, hemos conocido unas cartas remitidas por el Rey al Príncipe Don Felipe -que entonces contaba diecisiete años- durante su último curso en el College School of Lakefield (1984/1985) en Canadá.…  Seguir leyendo »

He aprovechado estos días de asueto navideño para acercarme al Museo del Prado. La ocasión lo merecía. De una parte, para conocer con detalle y sosiego -en las inauguraciones oficiales no es posible- una ampliación acorde con las exigencias actuales. Y, de otra, para disfrutar con las exposiciones temporales del edificio de Juan de Villanueva: Goya. El toro mariposa, Los Grecos del Prado y Las Fábulas de Velázquez. Y, sobre todo, por la oportunidad de ver las postergadas Pinturas de Historia del siglo XIX. A ellas llegamos, tras entrar por la puerta de Velázquez, y atravesar unas vivísimas estucadas paredes en rojo, donde somos saludados por las elegantísimas ocho Musas helenísticas de la Reina Cristina de Suecia adquiridas por Felipe V e Isabel de Farnesio.…  Seguir leyendo »

La pasión por el coleccionismo es consustancial al hombre. Éste colecciona desde siempre y además prácticamente cualquier cosa. Desde los sencillos utensilios domésticos y los rudimentarios pinceles usados en las cuevas de Gargas, Lascaux, Niaux o Altamira hasta las rabiosamente modernas instalaciones en la Modern Tate Gallery y la DIA Art Center. Si bien las grandes colecciones son habitualmente el fruto de una vida consagrada -como un sacerdocio laico- a la incansable búsqueda, irresistible adquisición y exhibición triunfante de las joyas finalmente conquistadas. ¡No hay pausa ni límites, iniciada la caza!, diría Sherlock Holmes, asimismo aventajado coleccionista: en su caso de los peores criminales victorianos.…  Seguir leyendo »

Hace unos días el Congreso de los Diputados rendía justísimo homenaje a Gabriel Cisneros, una de las personalidades políticas más sobresalientes de la España constitucional, pues, además de haber sido parlamentario en todas las Legislaturas desde el advenimiento de la democracia, desplegó un papel inestimable durante la Transición Política y la elaboración de la Constitución de 1978. Un nombre ligado indisolublemente a la historia de España por haber sido uno de los siete Ponentes -con Manuel Fraga, Miguel Herrero de Miñón, Gregorio Peces-Barba, José Pedro Pérez Llorca, Miquel Roca y Jordi Sole Turá- de nuestra Carta Magna. Una Constitución de la que conmemoramos hoy veintinueve años.…  Seguir leyendo »

La contundente intervención del Rey de España al caudillista autócrata venezolano en la sesión de clausura de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Santiago de Chile, «¿por qué no te callas?», así como su abandono temporal del plenario, ante las bravatas intimidantes contra las empresas españolas en América del segundón nicaragüense, permiten al menos dos reflexiones. La primera, la habilitación constitucional y la pertinencia política de tal expresión y conducta por el Monarca. Y, la segunda, la dimensión de nuestra política exterior.

En cuanto a la acción del Jefe del Estado, ésta se encuentra justificada por razones constitucionales y políticas.…  Seguir leyendo »

No puedo quitarme de la cabeza la escena de los cuatro jinetes del Apocalipsis. El mes pasado tenía la fortuna de volver a ver, en esta ocasión en el Museo Guggenheim de Bilbao, el grabado realizado con dicho título por Alberto Durero en 1498 tras su primer viaje a Italia. Dos semanas atrás, en el funeral del padre de un amigo, el sacerdote que oficiaba la ceremonia religiosa se refirió también a los mismos: «Entonces vi que el Cordero abrió uno de los sellos... y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra» (Apocalipsis 6, 1-8).…  Seguir leyendo »

La invocación del fuego es una constante en la historia del hombre. Los griegos lo consideraban uno de los elementos esenciales conformadores de la vida (Empédocles de Agrigento), cuando no su principio por excelencia (Heráclito de Éfeso), incluidas además admoniciones sobre su uso: «No revuelvas el fuego -decía Pitágoras- con un cuchillo». Y asimismo el fuego forma parte de alguno de nuestros más hermosos villancicos -«Porque no está quien espera lejos de vivir muriendo; y el fuego en que estoy ardiendo siempre en mí será mayor» (del poeta Pedro Laynez allá en el siglo XVI), cuando no de las páginas épicas de nuestra Historia: «Esto no es nada.…  Seguir leyendo »

EL Boletín Oficial del Estado publicaba el 27 de agosto el Real Decreto 1106/2007, de 24 de agosto, por el que se nombra Interventor de la Casa de S. M. el Rey a don Óscar Moreno Gil. Una designación realizada al amparo de los artículos 65.2 de la Constitución y 9.3, 10.1 y 14 del Real Decreto 434/1988, de 6 de mayo. Una nominación que ha sido, dada la pertinencia del momento y el acierto en la persona escogida, bien recibida entre la clase política y los medios de comunicación. Menos afortunadas han sido en cambio algunas consideraciones sobre la naturaleza y el control de las cantidades recibidas por el Jefe del Estado para el sostenimiento de su Casa y la Familia Real.…  Seguir leyendo »

Acabo de de regresar de Buenos Aires donde he coincidido con la celebración de sus fiestas patrias. Una independencia de los territorios del Virreinato de las Provincias del Río de la Plata, en la que se aprovechaba -como acontece casi siempre en tales circunstancias de emancipación- la gravísima situación nacional ocasionada por la invasión de las tropas napoleónicas, la abdicación de Carlos IV, las pretensiones de su hijo, el futuro Fernando VII, y la entronización por el Emperador de su hermano José Bonaparte. Y, la verdad, no puedo dejar de reconocer cierta desazón por la diferencia en su ardiente asunción y valiente defensa de sus símbolos nacionales.…  Seguir leyendo »

Estamos, erre que erre, decididos a seguir anclados en el ejercicio de la Política como la satisfacción de los intereses partidistas. No importa que hablemos del modelo de Estado, de la reforma de los Estatutos de Autonomía, de la política internacional, antiterrorista o educativa. No existe respaldo institucional, ni refrendo mayoritario, a las mentadas políticas, que debían ser de Estado, y no de fraccionada bandería, mientras la ciudadanía observa perpleja y disgustada la incapacidad de sus representantes para ponerse de acuerdo en los mínimos para convivir, ¡que en esto consiste vivir!, y seguir construyendo lo mejor para todos en esta hoy convulsa España constitucional.…  Seguir leyendo »

He dejado pasar un tiempo, antes de desbrozar estas reflexiones sobre la matanza en el Virginia Tech, situada en la ciudad de Blacksburg, en la que eran asesinados treinta y dos estudiantes, y se hería a otros veintinueve. La escena debió de ser dantesca. Alumnos que saltaban por las ventanas, se arrastraban por el suelo, improvisaban barricadas o se hacían los muertos, mientras un profesor -superviviente de los horrores del Holocausto-, perdía la vida, al tratar de bloquear las puertas. Y lo he hecho de forma premeditada, pues deseaba asegurarme de si mi primigenio análisis seguía pareciéndome correcto. Pues bien, mi criterio no ha variado; lo más, la presencia de las oportunas posteriores matizaciones.…  Seguir leyendo »

DE un tiempo a esta parte proliferan las colaboraciones sobre la Monarquía en las páginas de este periódico. Recuerden el excelente artículo de su director, José Antonio Zarzalejos, Monarquía y Sucesión, en el que se analizaba la futura reforma constitucional, que eliminará la discriminación por razón de sexo en la sucesión a la Jefatura del Estado. Las agudas reflexiones de Manuel Jiménez de Parga, en Presencia del Rey en la política española, acerca de la intervención del Monarca en la vida nacional, «una presencia que no podía ser tan neutra que supusiera que no se pronunciara nunca, o que nunca se supiera que se pronuncia para moderar la que necesita ser moderado».…  Seguir leyendo »

Las infusiones, ¡quién se lo iba a decir a los botánicos!, se han convertido, desde hace dos siglos, en una impagable referencia simbólica para explicar la aparición de algunas Naciones y el funcionamiento de ciertos Estados. Me estoy refiriendo al té y al café.

Así aconteció, en el caso del té, con el surgimiento de los Estados Unidos. Primero, en los iniciales instantes del levantamiento de las trece colonias contra la metrópoli británica, cuando un grupo de colonos, disfrazados de indios mohawks, arrojaban al agua en el puerto de Boston -corría el mes de diciembre de 1773- un cargamento de té por valor de diez mil libras esterlinas perteneciente a la Compañía Británica de las Indias Occidentales; una conducta que explicitaba un abierto desafío a la política económica del gobierno del Premier Lord North y a la supremacía de la Cámara de las Comunes sobre los territorios del otro lado del Atlántico.…  Seguir leyendo »

El brutal atentado del aeropuerto de Madrid-Barajas truncó la vida de dos humildes inmigrantes ecuatorianos, al tiempo que ha servido para constatar, ¡con más claridad si cabe!, lo que era una realidad desde hace tiempo. Y sino, acérquense a los datos facilitados por el Centro de Investigaciones Sociológicas, unos días antes, donde la ciudadanía -más perspicaz que algunos de sus gobernantes- volvía a situar al terrorismo, ¡por algo será!, en el centro de sus preocupaciones. Un atentado que ha puesto a la luz la falsedad semántica de la sinuosa expresión proceso de paz.

Decía Napoleón Bonaparte que «la alta política no es más que el buen sentido aplicado a las grandes cosas».…  Seguir leyendo »