"Todos son iguales"
Ni todos son iguales, ni todo es igual. Sin embargo, la idea se propaga, como si fuera la versión política del último virus gripal. Iñaki Gabilondo se lo preguntaba ayer, en su editorial de Cuatro, y un oyente del Gabinete de Julia Otero, en Onda Cero, aseguraba que el proceso de degradación era imparable. "Todos son iguales", repiten a coro las tertulias de bar, las comidas de familia, los ciudadanos de a pie, mientras escuchan las indigestas pastillas electorales. "Todos son iguales", a pesar de que algunos son gente seria, capaz de gestionar bien sus propuestas. "Todos son iguales", por mucho que algunos son menos iguales, pero están letalmente atrapados en la telaraña del descrédito imparable de la política.… Seguir leyendo »