Líderes para potencias con pies de barro
En Auge y caída de las grandes potencias, Paul Kennedy argumenta que las naciones ocupan un lugar preeminente en el mundo en función de sus recursos internos, su capacidad productiva o los cambios tecnológicos que son capaces de asumir. Si su poder mengua respecto a otras potencias, es decir, disminuye su poder relativo, su posición en el orden internacional decae también.
Otros análisis sistémicos se basan en el inevitable conflicto internacional que deriva de la confrontación entre una potencia hegemónica y una potencia emergente que amenaza con ocupar su lugar (la famosa trampa de Tucídides). Siguiendo una lógica parecida, John Mearsheimer evoca que el conflicto entre las grandes potencias es inevitable, porque solo en raras ocasiones los cambios en el equilibrio del poder mundial se suceden de forma pacífica.… Seguir leyendo »