Ausencia de seriedad como azote social
En nuestros usos lingüísticos, la seriedad se refiere tanto a un rasgo del carácter como a una manera de actuar. La diferencia se deja ver en que es tan posible ser serio y mediano profesional, como alegre y cumplidor. Nos parece que una persona es seria en sus acciones cuando habitualmente cumple las expectativas que tenemos de ella en lo referente a su cumplimiento. Por eso, de entrada, la seriedad se puede aplicar tanto a quien obra el bien como al que hace el mal, pues también un ladrón o un ‘hacker’ pueden conocer muy bien su trabajo.
Por tanto, hacer algo seriamente implica, en primer lugar, saber realizarlo, a lo que se añade la dedicación, pues la seriedad supone también interés real.… Seguir leyendo »