Rafael Martínez Sierra

Este archivo solo abarca los artículos del autor incorporados a este sitio a partir del 1 de diciembre de 2006. Para fechas anteriores realice una búsqueda entrecomillando su nombre.

Antes las enfermeras eran monjas que llevaban unas alas blancas en la cabeza e iban con tanto sigilo que parecía que más que andar, volaban. Ahora las enfermeras perdieron las alas y sin ellas aprendieron a deslizarse por los pasillos interminables de las noches inacabables para acudir al timbrazo del paciente al que le apretó el ahogo, que necesitó la cuña, aquél al que le arreció la angustia de la vida que se le escapa.

No duermen las enfermeras a ninguna hora ni descansan; están al pie de la cama para lo que se le ofrezca a cualquier paciente que las llame; para secarle las lágrimas al alba.…  Seguir leyendo »

Para mí, desde siempre, el ministro que mandaba sobre los ejércitos era el ministro de la guerra. No sé si alguna vez se le llamó así o sólo fue un error que arrastré desde pequeño. Creía que los de defensa eran la Guardia Civil, la policía armada o 'grises' y los guardias municipales o 'guripas'. De hecho, los legionarios (a los que tanto nos gustaba ver desfilar) cantaban que eran 'los novios de la muerte'. Y a los soldados, en los cuarteles y campamentos, nos enseñaban las 'artes' bélicas. Sin embargo a los policías, los adiestraban en cazar 'chorizos' y pegar zurriagazos a los estudiantes que nos manifestábamos gritando 'Gibraltar español'.…  Seguir leyendo »

Durante toda esta legislatura hemos venido retorciendo, hasta extraer la última lágrima de hiel, el concepto y el propósito de la ley de la memoria histórica. En España, y de ella con más nitidez en Andalucía, se ha desarrollado la capacidad de entender no lo que se dice, por bien expresado que esté o académicamente exacto que se redacte, sino lo que supuestamente querrán decir con lo que escribieron o dijeron sin decirlo. O sea, que si leemos blanco pensamos que quieren decir negro. Antinomias, desconfianza, retorcimiento, mala fe o en el mejor de los casos la deformación creada por un particular sentido del humor: 'Vamos a pegarnos un latigazo', dicen los costaleros para salir de debajo del sayo del santo e irse a la tasca próxima a tomarse un lingotazo.…  Seguir leyendo »