Abolir la prostitución
Decir que la prostitución representa uno de los fundamentos principales de las sociedades patriarcales no es una simple frase hecha. En cambio, proponer su institucionalización sí es en mayor medida un ejercicio de retórica, habida cuenta que se trata de una actividad h asta tal punto normalizada en nuestra realidad inmediata, que personajes de nuestra cultura y tiempo como populares letristas, premios Nobel de literatura u oscarizados cineastas que se han proclamado progresistas y que gozan de reconocimiento como tales han incorporado la prostitución de forma acrítica a sus narrativas. Incluso ocupantes de la Jefatura del Estado, jurídicamente flotantes por encima de la ciudadanía, han visto cómo su gusto por el consumo de mujeres podía llegar a convertirse en fuente de identificación del pueblo por compartir con este de placeres mundanos, asociando a esta virtud términos muy consolidados en el inventario cultural del país como el de “campechanía”.… Seguir leyendo »