Envíen jueces a la frontera, no soldados
Tratar de detener a los inmigrantes como lo hace el gobierno de Donald Trump —unilateralmente, en la frontera, con gas lacrimógeno y soldados— es señal de una sola cosa: fracaso.
De hecho, la respuesta del gobierno de Estados Unidos a la caravana migrante de centroamericanos que hace poco llegó a la frontera con México enfatiza gran parte de lo que está mal con la política migratoria y la política general en Estados Unidos en la actualidad.
Esos migrantes, sin importar sus motivos para venir, son víctimas del abuso en ambos extremos de su trayecto: en su país los atacan las pandillas, los traficantes de personas y las grandes organizaciones criminales; en Estados Unidos, sus verdugos son los políticos que buscan alguna victoria política.… Seguir leyendo »