Portavoza y femeninos
De vez en cuando los políticos sacuden la conciencia normativa de los ciudadanos con la propuesta de femeninos rupturistas. Así ocurrió con jóvenas, miembra y, ahora, con portavoza. En tales casos, se producen debates intensos, incluso encarnizados, que, con independencia del costado al que se incline la razón, denotan una saludable preocupación por la salud y pureza de la lengua. Todos hemos interiorizado en los años de formación, primero, y, luego, a lo largo de toda la vida, una preocupación por las normas de la corrección. Es normal asimismo que, en el fragor de la discusión, los ciudadanos airados giren la mirada hacia los gramáticos y hacia los académicos pidiendo una condena inquisitorial («crucifícalo, crucifícalo»).… Seguir leyendo »