
El intelectual del terror
Hace exactamente 29 años, yo iba en un taxi hacia un bar del centro de Lima cuando la radio transmitió la noticia: la policía peruana había capturado a Abimael Guzmán. Nunca olvidaré ese momento.
El taxista y yo estábamos tan felices que nos abrazamos. Reímos como viejos amigos. Incluso me hizo una rebaja. Nos hermanaba como un vínculo familiar la esperanza de un país sin coches bomba, sin apagones por explosión de torres eléctricas, sin masacres a cuchillo, sin cadáveres dinamitados, sin perros colgados de los postes.
Bajo la dirección de Guzmán, las señas de identidad del grupo terrorista Sendero Luminoso eran escalofriantes.… Seguir leyendo »