
La batalla de las ideas
Confieso que cada vez que oigo en boca de un político el sintagma «Batalla de las ideas» (o de la cultura) me pongo a temblar, por los bostezos que sin remedio me provocará: sólo significa encubrimiento de pugnas intrapartidarias o mera retórica cuya trascendencia es nula. Forma parte de la escenografía de uso en tales tribus, como desarrollo sostenible, igualdad de género (bien confundido con sexo), lucha contra el racismo, derechos humanos y unas cuantas cantaletas más, insoslayables en todo discurso político, pero en las que no creen en absoluto. Las facciones más analfabetas y descaradas utilizan artillería de grueso calibre -por lo ridículo- como micromachismo, heteropatriarcal o, ya lanzadas, «¡jo, tía, mogollón de peña!».… Seguir leyendo »